ANÁLISIS
La Seguridad Social: un sistema al borde del colapso
Un nuevo análisis del Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB) proyecta recortes del 24% en beneficios para el año 2032. Al mismo tiempo, la confianza en el futuro del sistema ha disminuido 7 puntos porcentuales desde 2020 (de 43% a 36%).

Oficina de la Administración de Seguridad Social en California
La Seguridad Social -sustento esencial para millones de jubilados estadounidenses- se enfrenta a su amenaza más grave en generaciones. El fondo fiduciario de jubilación (principal fuente de respaldo para el pago de beneficios) está en camino a la insolvencia total para finales de 2032. Si no se implementan reformas urgentes, más de 62 millones de jubilados verán sus cheques reducidos.
Según el más reciente informe del Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB) se ha adelantado el agotamiento del fondo fiduciario. Según el informe, de no actuar el Congreso, se generará un recorte del 24% en los pagos de Seguridad Social a partir de 2033:
¿Qué provocó esta crisis?
El declive demográfico y las decisiones políticas son los principales responsables. En 1955, había 8,6 trabajadores por cada beneficiario de la Seguridad Social. Hoy, esa proporción se ha desplomado a apenas 2,8 trabajadores (por beneficiario), lo que representa una carga insostenible para la población activa. La creciente jubilación de los baby boomers, junto con la baja tasa de natalidad, han hecho que el sistema entre en zona de riesgo.
Respecto a los números, el CRFB fue claro y pidió acción a los representantes gubernamentales: "Los responsables políticos que se comprometen a no tocar la Seguridad Social están respaldando implícitamente estos profundos recortes de beneficios para 62 millones de jubilados en 2032 y más allá".
Según el informe, la Ley One Big Beautiful Bill influye -indirectamente- en esta estimación, ya que terminará afectando negativamente las finanzas del fondo fiduciario. Aunque la deducción estándar temporal ayuda en el corto plazo, la norma ha provocado que se adelante la fecha de agotamiento del fondo en al menos un año. De hacerse permanentes sus provisiones fiscales, el impacto sería incluso peor, elevando el recorte de beneficios más allá del 24%.
La OBBBA afectaría indirectamente a la Seguridad Social y Medicare, principalmente reduciendo los ingresos recaudados de la tributación de los beneficios de la Seguridad Social, que se depositan en los fondos fiduciarios de la Seguridad Social y Medicare.
Un gran impacto para todos los hogares
El tamaño del recorte dependerá de factores como estado civil, nivel de ingresos y trayectoria laboral. Una pareja de doble ingreso con ingresos medios que se jubile a principios de 2033 podría perder 18.100 dólares anuales, equivalente a 1.508 dólares por mes. Una pareja de un sólo ingreso en ese mismo rango perdería 13.600 dólares anuales.
Para los hogares de bajos ingresos, los efectos siguen siendo graves: las parejas de doble ingreso enfrentarán un recorte de 11.000 dólares al año, mientras que aquellas de un sólo ingreso perderán 8.200 dólares. Los hogares de altos ingresos, que también han pagado proporcionalmente más impuestos durante su vida laboral, tampoco se salvan: perderían entre 18.000 y 24.000 dólares al año.
Y esto es sólo el comienzo. El CRFB advierte que, con el tiempo, los recortes se volverán aún más severos: podrían superar el 30% para finales de este siglo si no se corrige el rumbo fiscal del país.
El colapso no se limita a la Seguridad Social. El fondo fiduciario de Medicare, que financia el seguro hospitalario para adultos mayores, también enfrenta su propio abismo fiscal. Se proyecta que quedará insolvente para 2033, con recortes automáticos de hasta el 11% en pagos a proveedores de salud. Esto no solo reduce beneficios: pone en peligro el acceso a servicios médicos básicos para millones de ancianos.
Desconfianza en aumento, especialmente entre los jóvenes
Mientras todo esto sucede, una reciente encuesta de AARP revela que piensan los estadounidenses sobre este asunto, mostrando una clara confusión al respecto. Cuando se les preguntó a los encuestados qué pasaría si se agotaran los fondos fiduciarios, el 36% respondió que se suspenderían los pagos. Sólo el 34% respondió que las prestaciones seguirían pagándose, aunque en una cuantía reducida.
"Cuando se les informó de que las prestaciones continuarían, casi la mitad de los encuestados estimó que los pagos se reducirían al menos en un 50%", señala el sondeo.
Por otro lado, la confianza en el futuro de la Seguridad Social disminuyó 7 puntos porcentuales desde 2020 (del 43% al 36%). "Las personas más jóvenes son más pesimistas acerca del futuro del sistema: sólo alrededor de un cuarto de las personas de 25 a 44 años expresaron confianza, en comparación con el 59% de los adultos de 65 años o más".
La Dra. Myechia Minter-Jordan, directora ejecutiva de AARP, señaló que se debe tener seguridad sobre el sistema: "El Seguro Social es una de las iniciativas más exitosas y populares en la historia" y "ha ayudado a generaciones de personas a no caer en la pobreza y vivir con dignidad después de toda una vida de trabajo duro".