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Alcaraz vs. Sinner, final de ensueño en Roland Garros

El número 1 y el número 2 del ranking ATP se verán las caras por primera vez en una final de Grand Slam. Aunque el historial entre ambos es favorable para el español, el italiano llega sin haber perdido ningún set en todo el certamen.

Carlos Alcaraz y Jannik Sinner

Carlos Alcaraz y Jannik SinnerCordon Press.

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Final de ensueño en París. Jannik SinnerCarlos Alcaraz volverán a enfrentarse el domingo, por primera vez en una final de Grand Slam. El español buscará defender su condición de vigente campeón de Roland Garros, mientras que el italiano, en su primera final del torneo francés, intentará sacudirse las dudas que siembra siempre que tiene parado enfrente al murciano. 

"Sé que será difícil contra Carlos, mis estadísticas no son buenas contra él, ya veremos qué soy capaz de hacer", reconoció Sinner (número 1 del ranking ATP) en la pista Philippe Chatrier. Sus últimos cuatro duelos se han saldado con victorias para para Alcaraz

"Va a ser una final muy complicada, donde va a haber momentos buenos y malos, donde hay que saber lidiar con todo tipo de situaciones. Intentaré dar lo mejor y sobre todo no tener miedo de ir a por ello", dijo, por su parte, Alcaraz (número 2) en rueda de prensa antes de conocer su rival.

En los papeles, leve ventaja para Alcaraz

Alcaraz lleva ventaja en el cara a cara, con un historial favorable de 7 victorias y 4 derrotas. Ambos tienen 19 títulos en la vitrina, paridad que romperán el domingo.

El español también llega al duelo con más conquistas en lo que va del año: el Masters 1000 de Montecarlo y el de Roma, veda de trofeos que abrió en Rotterdam con el ABN AMRO Open. También alcanzó la final del Open Banc Sabadell Conde de Godo.

​El italiano, por su parte, ganó el Open de Australia. Debió cursar tres meses fuera de las canchas debido a una sanción, pero retornó en plena forma: no perdió ni un set en todo el torneo parisino.

Sinner ganó y honró a Djokovic

En su semifinal, Sinner batalló tres horas y cuarto para batir al legendario Novak Djokovic (número 6): 6-4, 7-5 y 7-6 (7/3). El italiano mostró un nivel superior, capaz de llegar a todas las bolas ante un Djokovic que lo intentó todo y acabó aplaudiendo a su heredero actual en el ranking ATP.

Sinner rozó la perfección ante un Djokovic impotente ante un rival quince años menor. Malquerido en demasiadas ocasiones durante su carrera, el serbio se dio el lujo de escuchar a la central de Roland Garros al unísono: "¡Novak, Novak!".

Pero ni con esas fue capaz de dar con el break de la esperanza en el tercer set frente a un Sinner inmutable, robótico en la excelencia ante un público cada vez más encendido según caía la noche del viernes y que disfrutó de la resistencia del mito.

Antes de abandonar la pista, Djoko se tomó su tiempo para agradecer a la grada, y en rueda de prensa lo argumentó en que "podría haber sido" su último partido en Roland Garros.

"Por eso fue más emotivo al final. ¿Si aún quiero seguir jugando? Sí. ¿Seré aún capaz dentro de un año? No lo sé", dijo el dueño de 24 títulos del Grand Slam.

"Dijo 'a lo mejor', por lo que esperemos que no sea el caso. El tenis lo necesita, tener a alguien diferente a los jóvenes jugadores es muy bonito. Es genial verlo en el vestuario", le dedicó Sinner en su turno ante los periodistas.

Alcaraz tambaleó, pero salió airoso ante Musetti

En la primera semifinal, Lorenzo Musetti (número 7) se retiró por lesión en el muslo izquierdo cuando perdía 4-6, 7-6 (7/3), 6-0 y 2-0 tras dos horas y 25 minutos. Alcaraz pidió aplausos para su rival, que se retiró entre lágrimas, tras haber puesto contra las cuerdas al número 2 durante dos horas.

Fue una buena prueba de madurez para el vigente campeón ante un tenista de su generación (22 años frente a 23 el italiano): soportó la tormenta y dio batalla hasta que encontró la llave en un triunfo que se aceleró por la lesión de Musetti.

Para que hubiera partido entre un Alcaraz cuatro veces ganador en Grand Slam y un Musetti cuyo techo en un grande son las semifinales -antes en Wimbledon 2024-, el primero tenía que ofrecer su versión más terrenal y el segundo rozar la perfección. Ocurrió durante dos horas: el primer set había sido un pulso cerrado que se definió por la eficacia total de Musetti.

Con el italiano guardando su 100% de efectividad (3/3 en bolas de break) el segundo set se definió en una muerte súbita en la que por fin Alcaraz dio un paso al frente. Con algo de retraso, el número dos se enchufó a la semifinal: mejoró la consistencia, afinó las cortadas y convirtió su derecha en un martillo para sacrificar a un Musetti rematado por su lesión.

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