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JJOO París 2024

La prueba de triatlón masculino queda aplazada por altos niveles de contaminación en el Sena

Las lluvias continuadas sobre París han impedido que la cuenca de Austerlizt depure y libere correctamente las aguas y se reduzca la presencia de bacteria E. coli en el río. 

La alcaldesa de Paris Anne Hildalgo nada en el SenaCordon Press

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Se cumplen algunos de los temores de la organización de los Juegos Olímpicos de París 2024. La lluvia lleva varios días cayendo sobre la capital francesa y los pronósticos dan tormenta eléctrica para este martes. Todo esto provoca un aumento de la contaminación en las aguas del río Sena, por encima de los umbrales designados como seguros para las pruebas de deportes de agua. 

Por este motivo, la organización de los juegos de verano ha decidido posponer la prueba de triatlón masculino que estaba prevista para este martes. Ya el lunes se canceló el entrenamiento debido a los mismos motivos. 

La organización de los juegos espera que la calidad del agua del río Sena mejore en los próximos días, durante los cuales el pronóstico meteorológica indica que subirán las temperaturas y dejará de llover. Este clima seco favorece el funcionamiento del sistema de depuración de las aguas del Sena y reduce su contaminación. 

Si esto ocurre, el triatlón masculino se podrá celebra el miércoles. La competición femenina también está programada para ese día, pero ambas sólo seguirán adelante si los análisis del agua muestran niveles aceptables de E. coli y otras bacterias en el río. De no poder ser así, ambas competiciones contarían con una fecha de reserva en las que poder celebrarse: el viernes. 

Estos retrasos se producen pese a que las autoridades municipales y los organizadores se mostraron muy confiados en que los niveles de bacteria del río Sena serían adecuados para las competiciones deportivas. Algunos días antes del comienzo de los Juegos, la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, y algo más tarde la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se bañaran en el río para promover su agenda. 

La semana anterior se filtró que cuando la alcaldesa Anne Hidalgo se bañó en el Sena, los niveles de bacteria estaban por encima de lo aconsejado como seguros para los deportistas olímpicos. 

Las pruebas diarias de calidad del agua miden los niveles de bacterias fecales conocidas como E. coli, con un límite seguro de 900 unidades de colonias bacterianas por 100 mililitros determinado por las normas europeas.

La autoridad pública de control del agua Eau de Paris publica los datos cada viernes, pero sólo se actualizan hasta el martes anterior. Aurelie Merle, directora de deportes de París 2024, declaró a AP que uno de los cuatro puntos de análisis estaba por debajo del umbral de E. coli el martes por la mañana. Otros dos lugares estaban justo por encima del límite y uno era más elevado, dijo, citando un rango de 980 a 1.553.

La mayoría de las cepas de E. coli son inofensivas, pero otras pueden ser peligrosas. Un sorbo de agua contaminada puede provocar diarrea y causar infecciones en las vías urinarias o en los intestinos.

La cuenca de Austerlitz, la última obra faraónica de París

La ciudad de París llevaba años estudiando la posibilidad de hacer de su río un área de ocio con posibilidad de bañarse. Las aguas fecales y los escombros hacían de esto algo imposible, hasta que las autoridades dieron con la solución y decidieron aplicarla con motivo de los Juegos Olímpicos de 2024. 

​Con una inversión de más de 1.500 millones de dólares, la cuenca de Austerlitz es la construcción subterránea que permite evacuar y depurar las aguas del río Sena para mejorar su calidad. 

Según explica el Ayuntamiento de París, la cuenca de Austerlitz (50.000 metros cúbicos de volumen) evita que las aguas residuales se viertan al Sena. Gracias a la cuenca de Austerlitz, las compuertas de desbordamiento se abrirán ahora para las lluvias más intensas, es decir, una media de dos veces al año, frente a las diez o quince veces actuales. Así habrá más posibilidades de bañarse.

​Sin embargo, las lluvias han sido más frecuentes de lo que se esperaba para una temporada estival en París, lo que ha impedido que las aguas se evacuen de manera eficaz. 
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