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Ya son tres los periodistas muertos en Qatar durante el Mundial

El fallecimiento de Khalid Al-Misslam se suma al de Grant Wahl y Roger Pearce. Además, se registraron otros incidentes con varios profesionales.

Periodistas muertos en Qatar

Twitter / Voz Media

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Khalid Al-Misslam, reportero gráfico del canal deportivo qatarí Al Kass TV, murió el pasado sábado mientras cubría el Mundial de Fútbol de Qatar 2022. Con él ya son tres -Grant Wahl y Roger Pearce- los periodistas que han fallecido durante la celebración del torneo.

El medio Gulf Times informó de la noticia de la muerte de Al-Misslam, aunque aún no ha trascendido la causa de su fallecimiento:

El fotoperiodista de Al Kass TV Khalid al-Misslam ha fallecido recientemente. Al- Misslam, qatarí, falleció repentinamente mientras cubría la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022. Creemos en la misericordia y el perdón de Alá para él, y enviamos nuestro más sentido pésame a su familia.

Roger Pearce y Grant Wahl

Roger Pearce fue el primero de los periodistas que falleció mientras trabajaba en Qatar. La muerte de Pearce, quien era director técnico del canal británico ITV Sports, se produjo el día 21 de noviembre antes de la retransmisión del partido que enfrentó a Gales y Estados Unidos. Uno de los presentadores de la cadena, Mark Pougatch, lamentó el fallecimiento de su compañero:

Tenemos noticias muy tristes que traerles desde aquí en Qatar. Nuestro director técnico, Roger Pearce, quien estuvo aquí en su octava Copa del Mundo, lamentablemente falleció. Roger era una figura muy respetada en la industria de la transmisión deportiva, para ITV fue fundamental en la planificación logística y la cobertura de la Copa Mundial de Rugby, la Copa Mundial de Fútbol y los Campeonatos Europeos. Él siempre tenía una sonrisa en su rostro y dejaba una sonrisa en tu rostro.

El 9 de diciembre, el periodista deportivo estadounidense Grant Wahl murió de un colapso por causas desconocidas en plena retransmisión del partido entre Argentina y Países Bajos. Eric, hermano del reportero, aseguró que le asesinaron. Además, dijo que recibió amenazas de muerte días antes por defender los derechos de los homosexuales tras vestirse con una camiseta con los colores del colectivo:

Mi hermano estaba sano. Me dijo que recibió amenazas de muerte. No creo que mi hermano simplemente haya muerto, creo que fue asesinado. Y solo pido cualquier ayuda. Soy gay. Soy la razón por la que usó la camiseta del arcoíris en la Copa del Mundo.

Incidentes de Qatar con los periodistas

Victor Pereira, periodista freelance que trabaja para el Comité Paralímpico Internacional, denunció que la policía qatarí le persiguió por llevar una bandera del estado brasileño de Pernambuco, que incluye un arcoíris parecido al de la bandera LGBT:

Nos abordaron por la bandera de Pernambuco, que tiene un arco iris y pensaron que era la bandera LGBT. Me quitaron el móvil y sólo me lo devolvieron cuando borré el vídeo que tenía. 

Pereira aseguró que le quitaron de las manos la bandera y la pisaron, al mismo tiempo que le obligaban a borrar el video:

Incluso cogieron la bandera de Pernambuco, la tiraron al suelo y la pisaron. Cuando algunas personas intervinieron y aliviaron la situación. ¡El vídeo en el que registro lo que hicieron con la bandera estaba OBLIGADO a borrarlo!

Detenidos por un supuesto allanamiento de propiedad privada

Por otro lado, Rasmus Tantholdt, periodista de la televisión pública danesa TV 2, tuvo un incidente con fuerzas de seguridad qataríes en medio de una retransmisión en directo al no dejarle grabar con la cámara.

En 2021, Halvor Ekeland y Lokman Ghorbani, dos periodistas de la televisión pública noruega NRK, fueron encarcelados durante 32 horas por un supuesto delito de allanamiento de propiedad privada cuando se disponían a grabar un reportaje sobre el Mundial de Fútbol. Ekeland contó cómo les arrestaron:

Entrevistamos largamente al presidente después de una ceremonia, y regresamos a nuestro hotel a mediodía para recoger nuestro equipo. Entonces se nos acercan 5 o 6 hombres que se identifican como policías y nos llevan a comisaría. Nos interrogan durante ocho horas en habitaciones separadas, de uno en uno.
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