Ford se asocia con China para construir una planta de baterías en Estados Unidos

El gigante automotriz invertirá 3.500 millones de dólares para crear la fábrica de baterías de vehículos eléctricos.

Ford Motor Co, la empresa especializada en industria automotriz, anunció este lunes que invertirá 3.500 millones de dólares en nueva planta de baterías de fosfato de hierro y litio para vehículos eléctricos en el suroeste de Michigan.

La fábrica que estará cerca de Marshall, una ciudad rural a unas 100 millas del oeste de Detroit, planea utilizar tecnología y apoyo de un fabricante chino, lo que ha generado controversia porque se anuncia en medio de tensiones con el gigante asiático.

Ford dijo que, aunque contratará los servicios de la empresa china Contemporary Amperex Technology Co. Ltd (CATL), la gigante de automotriz será la que tendrá el control sobre toda la operación.

“Ford tiene el control: control sobre la fabricación, control sobre la producción, control sobre la mano de obra”, aseguró Lisa Drake, vicepresidenta de industrialización de vehículos eléctricos de Ford. Asimismo, la empresa anunció que creará una filial de su propiedad para gestionarla.

Se espera que la planta que se inaugurará en 2026, genere alrededor de 2500 puestos de trabajos bien remunerados y las baterías que se producirán serán suficientes para alimentar a unos 400.000 vehículos eléctricos al año.

“Un caballo de Troya”

En enero el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, había recibido la solicitud para que la planta se construyera en ese estado, pero lo rechazó argumentando motivos de seguridad nacional.

Youngkin explicó que a su juicio el acuerdo que tiene Ford con su socio chino, es una especie de “caballo de Troya”, pues posibilitará que el Partido Comunista Chino (PCCh) tenga acceso a la tecnología estadounidense.

“[El rechazo] se debió totalmente a preocupaciones sobre la relación con CATL, que es una empresa muy influenciada por el Partido Comunista Chino y, de hecho, cuando la presidenta Pelosi fue a Taiwán, CATL suspendió el progreso de las inversiones en Estados Unidos”, dijo, agregando que prefería tener un acuerdo “limpio” que no estuviese envuelto en tanta controversia.