ANÁLISIS
El dilema Mamdani: el Partido Demócrata se debate entre radicalización o centrismo
El resultado de las elecciones del 4-N intensifica la división interna entre quienes apuestan por una línea dura y de corte progresistas y quienes abogan por volver al centro dejado atrás el giro hacia la izquierda radical iniciado con Biden y Kamala.

Zohran Mamdani (C) junto a Sanders y AOC en un acto de campaña
La victoria del socialista Zohran Mamdani y la barrida demócrata en las últimas elecciones, coincidiendo con el endurecimiento de la oposición a Donald Trump ha intensificado el debate en el Partido Azul sobre el camino a tomar. Una cuestión fundamental que comenzó a plantearse tras la derrota de Kamala Harris, para muchos por su giro hacia la izquierda radical y el wokismo, y que los resultados del 4-N ha vuelto a ponerse sobre la mesa.
A pesar de que incluso políticos prominentes que lo apoyaron expresamente, como el líder de la minoría demócrata en el Congreso, Hakeem Jeffries, consideran que Mamdani "no es el futuro" del Partido Azul, lo cierto es que sus políticas han dado un giro dictado por el ala más radical de la formación y activistas radicales, como los organizadores de las protestas No Kings.
El bloqueo de los senadores demócratas a reabrir el Gobierno, termometro del giro radical
Algo que puede verse claramente en la posición de los senadores demócratas frente al cierre de Gobierno. Tras la dolorosa experiencia de quienes permitieron evitar el cierre de Gobierno a principios de mandato de Trump -especialmente la de Chuck Schumer, cuyo puesto estuvo en el alambre durante mucho tiempo y fue objeto de críticas inmisericordes-, el Partido Azul optó por enrocarse en su exigencia de conseguir mantener las prestaciones médicas para los inmigrantes ilegales y permitieron que el shutdown llegara.
Una vez comenzó el cierre, la postura de los senadores ha ido reforzándose, especialmente al ver cómo les presionaban caucus y lobbies de izquierda radical. Las multitudinarias manifestaciones No Kings sirvieron como prueba de fuerza a los demócratas, que vieron una forma de desgastar a Trump presentándole como el verdadero culpable del cierre.
El 4-N y las manifestaciones 'No Kings'
Los resultados electorales del 4-N, con victorias de los candidatos azules en las principales plazas, y la llegada al poder de Zohran Mamdani han "envalentonado" -en palabras del rotativo de izquierda Axios- a los demócratas de la Cámara Alta para llegar incluso a bloquear y desautorizar el movimiento de varios senadores de corte centrista en llegar a un acuerdo con los republicanos y volver a financiar al Gobierno ante el sufrimiento y caos que se está viviendo ya y que sólo irá a peor mientras se mantenga la situación.
Otros demócratas ya se habían subido al carro de la oposición radical a Trump mucho antes. Entre ellos, los presidenciables Gavin Newsom y JB Pritzker, que han hecho de la lucha contra el presidente el leit motiv de sus mandatos.
Pritzker se ha convertido en uno de los grandes enemigos del ICE y del despliegue de la Guardia Nacional en una ciudad asolada como el crimen como Chicago, mientras que Newsom lleva desde el minuto cero de la legislatura tratando de ganarse el título de Némesis de Trump en cada una de las medidas de la Administración.
El centrismo no tira la toalla
Sin embargo, no son pocos los demócratas que consideran que fue el giro a la izquierda de Biden y Kamala el que propició la derrota de las presidenciales de 2024 y aboga por un giro hacia el centro, hacia una posición más clásica del Partido Demócrata.
Entre ellos destaca el senador John Fetterman, que no ha dudado en culpar a los suyos del shutdown abiertamente y hacer llamamientos a la cordura y mesura. Junto a él, otro grupo de senadores están trabajando por llegar a un acuerdo pensando en las familias por encima de la ideología.
En la Cámara también hay varios demócratas que han roto con la línea de voto de su partido para apoyar medidas del GOP. Todos ellos confían en llegar a votantes indecisos o moderados, incluso a los independientes en las próximas elecciones.
El adiós de Pelosi reabre el debate sobre el rejuvenecimiento de los líderes
La retirada de la eterna Nancy Pelosi llega en un momento decisivo para la formación. Su innegable peso dentro del partido, su capacidad para forjar alianzas y crear líderes dejan un vacío importante en las filas azules. Por cierto, que algunos de los que suenan para competir por su puesto, como el senador estatal californiano por San Francisco Scott Wiener, representan precisamente el ala más radical del espectro, con una amplia implicación en las causas trans y LGBT y contra los derechos de los padres.
Además, su salida reabre el debate del rejuvenecimiento de los líderes, que también comenzó tras el descalabro de Kamala Harris y los demócratas hace ahora un año y que los veteranos consiguieron cerrar, con sonadas derrotas para AOC a la hora de conseguir puestos clave en las comisiones de la Cámara de Representantes.