Diferencia diametral: Kamala se apoya en Biden mientras Trump impulsa su campaña con Elon Musk

En un movimiento realmente arriesgado Kamala Harris decidió hacer lo que prácticamente ningún congresista en campaña ha hecho: aparecer en actos con el presidente Biden. Parece que la campaña de Harris está dispuesta a asumir el riesgo que supone la impopularidad del presidente, apostando por reforzar los votos que Biden aún conserva en estados como Pensilvania.

Pero mientras Kamala "refuerza" su campaña, recurriendo a uno de los presidentes menos populares de la historia, Trump redobla su apuesta por Elon Musk y estaría considerando nombrarlo para que le ayude a recortar el gasto estatal y la alta regulación. Lo que estamos viendo es la diametral diferencia entre ambas campañas, no sólo en la forma, sino en el fondo.

Este lunes, en Pensilvania, Kamala compartió escenario con el presidente Biden en un mitin centrado en hablar a la clase trabajadora y en lo que su eventual Administración haría por los sindicatos. Pero es extremadamente raro, por no decir descarado, que kamala haga campaña prometiendo cambiar la mala situación del país mientras tiene a su lado precisamente al presidente responsable de los malos resultados. Muchos pensaban que su estrategia de campaña sería tratar de desvincularse de Biden, pero al parecer la estrategia es aún más descarada: borrar tres años y medio de Administración y decirles a los estadounidenses que las cosas están mejorando.

Al parecer, incluso cuando la mayoría de los estadounidenses se quejan de la economía y afirman que estaban mejor bajo la Administración Trump, la campaña Harris calculó que es más fácil insistir en que su Administración ha tenido grandes logros, que distanciarse de Biden y reconocer los fracasos. Además, Harris espera que Biden le ayude en algunos estados del Rust Belt donde el presidente aún tiene apoyos, principalmente entre los grandes y poderosos sindicatos.

La aparición de Biden en esta nueva etapa de la campaña es muy reveladora de cómo sería una Administración Kamala. La candidata no lamenta ni se avergüenza de los errores cometidos por esta Administración. Ni siquiera los reconoce como errores. El discurso en Pensilvania, como la mayoría de sus discursos, fue la promesa de un gran plan de asistencialismo. Si la Administración actual ha sido derrochadora, una Administración de Kamala sería aún peor.Y mientras más gasto gubernamental tengamos, más aumentará la inflación.

En contraposición, Trump no sólo se asocia con un personaje totalmente opuesto a Biden, joven y muy diferente a la clase política, sino que según un reportaje del Washington Post estaría pensando en encargar a Musk de la auditoría de las agencias gubernamentales para buscar una reducción del gasto estatal. Musk habló de esta posibilidad en su cuenta X diciendo: "No puedo esperar. Hay tanto despilfarro y regulación innecesaria en el Gobierno que tiene que desaparecer".

Mientras Trump apuesta por una economía robusta que permita a la gente buenos empleos y salarios para que puedan alcanzar sus sueños, Kamala propone una economía llena de subsidios. Mientras Trump reconoce que hay que cambiar cuestiones como el gasto público descontrolado, Kamala niega todos los problemas que han causado las políticas de su Administración.

Kamala no sólo no acepta los errores de su Administración, sino que está redoblando la apuesta por medidas fracasadas que van a causar aún más daño si continúan en marcha. Trump está mirando al futuro asociándose con gente que le ha dicho sus errores y apostando por una economía fuerte donde la gente tenga las condiciones para prosperar sin depender de los políticos.