Alemania promete implantar un "control de cuchillos" tras el atentado perpetrado por un refugiado del ISIS en el Festival de la Diversidad

Después de que un refugiado sirio musulmán degollara a varias personas de mediana edad en el Festival de la Diversidad, el Gobierno alemán ha anunciado que prohibirá los cuchillos de más de cinco centímetros.

El terrorista del ISIS era uno de los más de un millón de migrantes que habían invadido Alemania mientras decían ser "refugiados". El migrante era también uno de los muchos cuya deportación estaba prevista, pero no fue así.

Todo lo que tuvo que hacer el terrorista musulmán para eludir la deportación fue abandonar la vivienda del gobierno cuando las autoridades vinieron a buscarlo. Y luego, cuando el inmigrante árabe musulmán en edad militar regresó, la orden de deportación había expirado y no podía ser deportado. Los refugiados musulmanes no deportados han sido una de las mayores fuentes de terrorismo, delincuencia y violencia en Europa.

Así que el gobierno alemán propone una prohibición de cuchillos de más de tres pulgadas.

Tras depositar una rosa blanca en el lugar del acuchillamiento del Festival de la Diversidad que dejó tres muertos y ocho heridos, el canciller Olaf Scholz prometió que se tomarían medidas rápidas contra los cuchillos.

En la actualidad, los alemanes pueden llevar cuchillos de hasta 4,7 pulgadas de longitud. La ley se modificará para que sólo puedan llevar cuchillos de hasta 2,4 pulgadas. Nadie parece haber considerado la posibilidad de que los terroristas musulmanes que van a matar a tantos infieles como sea posible violen la ley y lleven un cuchillo oculto de 4 pulgadas o más. Tales pensamientos son impensables.

Sin embargo, las autoridades también están proponiendo zonas "libres de cuchillos" alrededor de las estaciones de ferrocarril y otras zonas donde suelen producirse apuñalamientos y acuchillamientos, para poner fin a la violencia.

En mayo, un refugiado musulmán afgano atacó una concentración antiyihadista en Alemania, apuñalando y acuchillando a los asistentes y a un agente de policía que había intentado impedir que los activistas antimigrantes se defendieran del refugiado musulmán que intentaba matarlos.

Las autoridades alemanas respondieron prometiendo tomar medidas enérgicas contra el "crimen del cuchillo" con "medidas más estrictas para controlar la posesión y el porte de cuchillos, penas más duras por su uso indebido y campañas intensivas de concienciación sobre los peligros".

Si algún terrorista musulmán todavía no conoce los peligros de apuñalar a la gente, la campaña de concienciación se lo haría saber.

En 2023 se produjeron 13.844 incidentes de "delitos con arma blanca" en Alemania, que las autoridades achacan a la existencia de cuchillos y no a los autores, que al parecer son en su mayoría jóvenes musulmanes. Las autoridades se han resistido a vincular el aumento de casi un 10% de los delitos con arma blanca a la inmigración musulmana.

"Aunque los no alemanes están desproporcionadamente representados en las estadísticas policiales de delitos con arma blanca, eso en sí mismo no es un dato muy útil", argumentó un criminólogo entrevistado por el medio Deutsche Welle.

En 2023, casi 1 de cada 5 delincuentes eran refugiados.

Los inmigrantes, en su mayoría musulmanes, fueron responsables de más de 1 de cada 10 agresiones sexuales en sólo un año. Han realizado alrededor de 7.000 agresiones sexuales desde el inicio de la crisis migratoria. La mitad de los violadores en grupo son extranjeros, y cada día se cometen una media de casi dos violaciones en grupo en Alemania.

En Renania del Norte-Westfalia, el estado donde tuvo lugar el último atentado terrorista musulmán, 1 de cada 3 agresores sexuales, la mitad de los ladrones y rateros, y 4 de cada 5 carteristas eran extranjeros.

Los inmigrantes musulmanes han perpetrado unas 7.000 agresiones sexuales en Alemania desde el inicio de la crisis migratoria.

Típicos de este tipo de violencia fueron un altercado entre dos árabes musulmanes, que acabó con uno de ellos apuñalado en Magdeburgo, migrantes peleándose con cuchillos en un centro de refugiados de Baviera, y una letanía de jóvenes extranjeros enfrentándose y apuñalándose por toda Alemania.

Pero localizar el origen del problema probablemente "no sea una visión muy útil". En el Reino Unido, se está encerrando a las personas que comparten tales ideas incluso mientras se libera a terroristas islámicos.

El gobierno alemán es más moderado que los lunáticos marxistas de Whitehall. El primer ministro Keir Starmer y la ministra de Justicia Shabana Mahmood, partidaria del terrorismo islámico, han decidido reprimir sin piedad toda oposición británica a la migración masiva con redadas y penas de cárcel.

Pero un gobierno europeo "moderado" es aquel que ignora mayoritariamente el problema mientras promete aumentar las deportaciones tras cada atentado terrorista islámico, antes de darse cuenta de que no puede hacer nada. Hay poca diferencia entre el gobierno putativamente conservador de Merkel y el gobierno putativamente izquierdista de Scholz, del mismo modo que todos los gobiernos franceses, sea cual sea su orientación política formal, han ofrecido las mismas condenas sin sentido y promesas vacías.

Si el partido comunista e islamista La France Insoumise, que se alzó con la victoria parlamentaria gracias a su alianza con el presidente Emmanuel Macron, logra hacerse con el poder, cabe esperar que suelte a la policía contra los opositores políticos de la misma manera que el régimen de Starmer ha hecho con los críticos de la migración en el Reino Unido.

De momento, las autoridades alemanas lamentan todos los apuñalamientos y prometen un control de los cuchillos.

Crear zonas "libres de cuchillos", limitar la longitud de los cuchillos que se pueden llevar (excepto los cuchillos recién comprados aún en su envoltorio de plástico) y crear campañas en las redes sociales sobre los peligros de los cuchillos es el tipo de tonterías que el Reino Unido y otros gobiernos se permitieron como distracción de la realidad de quién está realmente apuñalando (por no mencionar el lanzamiento de ácido).

Al igual que la obsesión liberal estadounidense por el control de armas, objetivar literalmente el problema, hablar de cosas para no tener que hablar de personas, y luego hablar de cuestiones sociales y económicas más amplias, es una distracción útil para no ver lo que realmente está ocurriendo.

El Festival de la Diversidad acabó en un baño de sangre, como siempre ocurre, pero habrá otro. Gran parte de Occidente vive ahora en la agonía de un infinito festival de la diversidad en el que nadie se fija en los asesinos, sólo en el número de cartuchos de sus cargadores y la longitud de sus armas blancas.

© Gatestone Institute