Lo mejor del II Congreso Internacional de Víctimas del Comunismo: "Es importante crear memoria para que las atrocidades no caigan en el olvido"
El evento tuvo lugar en Madrid (España), con un interesante abanico de oradores y estuvo a cargo del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS).

Uno de los paneles del evento celebrado en Madrid
La ciudad de Madrid (España) fue testigo del II Congreso Internacional de Víctimas del Comunismo, el cual esta vez llevó el siguiente lema: "Los años de plomo: el terrorismo revolucionario en Europa". El evento convocó a decenas de oradores de varios países, quienes se dividieron en ocho conferencias. Si bien abordaron temáticas que iban desde la represión y los crímenes en Europa del Este hasta Kazajistán como "el epicentro del Gulaj en la Unión Soviética", todas tuvieron el mismo objetivo: recordar con perspectiva histórica los horrores del comunismo en la región.
El evento de dos días tuvo como sede a la Universidad CEU San Pablo, a la cual llegaron personalidades de Hungría, Estados Unidos, Polonia, Rumania, Perú y Cuba, entre otros. La organización estuvo a cargo del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS).
La inauguración estuvo a cargo del autor e historiador Alfonso Bullón de Mendoza, quien luego dio paso al inicio de las diferentes charlas.

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"Una ideología del mal"
El profesor Elio A. Gallego dejó una contundente definición sobre la moral del comunismo para empezar la jornada: "Hay distintas ideologías del mal. Solo sabiendo su esquema ideológico podremos reconocer otras formas del mal y lo que es más importante, poder conocer las distintas formas del bien".
Ya en el panel bautizado como “El Telón de Acero: crímenes y represión en la Europa del Este”, el catedrático Jan Stanislaw Ciechanowski afirmó que "el comunismo se disfraza con el lema de liberar a los proletarios", justificando todas y cada una de sus acciones en el proceso.
“¿Qué hacer con el pasado? Es importante crear una memoria para que las atrocidades de la dictadura comunista no caigan en el olvido”, agregó Ádám Dergán, director general adjunto del Comité de Memoria Nacional de Hungría.
George Bologan, actual embajador rumano en la Santa Sede, retomó el guante de la discusión moral sobre el comunismo. “Los regímenes totalitarios destruyeron la sensibilidad humana. El comunismo sustituyó la trascendencia religiosa por la promesa de una salvación inmanente”, remarcó.

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Otro de los paneles fue moderado por Mario Noya, director de Voz.us. Este tuvo como objetivo analizar a la "nueva izquierda del siglo XXI" y los desafíos que implicaba para las ideas de la libertad. El panel fue integrado por el senior fellow de la Heritage Foundation (EEUU), Mike González; el director de la oficina en Madrid del Centro de Derechos Fundamentales (Hungría), Vajk Farkas; y el fundador de la Unión de Organizaciones Democráticas de América (Venezuela), Alejandro Peña Esclusa.
González, quien se refirió a la victoria de Donald Trump en las pasas elecciones presidenciales, subrayó que este resultado fue un "alivio" para las empresas privadas, puesto que ya no tenían que seguir "objetivos wokistas".
Con el foco puesto en Latinoamérica, Peña Esclusa remarcó la importancia de enfrentar al Foro de Sao Pablo: "Si se derrotara el narcotráfico y el crimen organizado, el Foro de Sao Paulo se vendría abajo. El socialismo del S.XXI se traduce en la conversión de América en una región de narcotráfico y crimen".
En relación con Hungría, Farkas destacó la oposición del Gobierno de Viktor Orbán a la "ideología woke", lo que les ha valido en varios reproches por parte de la Unión Europea. "La dinámica entre las instituciones europeas y Hungría es que nos quieren imponer las ideologías neomarxistas y nuestra negativa hace que nos cancelen", señaló.