El mayor adversario del socialista Petro ayudó a salvar a Colombia de la crisis con Trump

El expresidente conservador Álvaro Uribe Vélez, el mayor y más poderoso adversario del socialista Gustavo Petro, ayudó a resolver la fuerte crisis que se desató el domingo pasado entre el Gobierno colombiano y la Administración de Donald Trump.

Luego de que Petro desautorizara el aterrizaje de dos aviones militares estadounidenses con colombianos deportados, Trump decidió imponerle una serie de sanciones a Colombia que, en síntesis, devastarían por completo la economía del importante país suramericano en cuestión de días. 

Para arreglar la situación y evitar que las medidas fueran finalmente aplicadas, el canciller colombiano saliente, Luis Gilberto Murillo, y la canciller entrante, Laura Sarabia, se abocaron toda la tarde del domingo, con llamadas y contactos a aliados —y contrincantes. A Sarabia se le ocurrió que uno de quienes podía ayudar era nada más y nada menos que a quien Petro juró acabar: Uribe.

Según el New York Times, "incluso su adversario político más poderoso [de Petro], el expresidente Álvaro Uribe—, saltó rápido, trabajando con sus contactos en Washington para ayudar a desactivar" la crisis.

En su propia cuenta de X, el expresidente Uribe —quien gobernó Colombia con mano dura entre el 2002 y el 2010 y a quien se le atribuye la reducción a su mínima expresión de las guerrillas colombianas—, contó que habló por teléfono con Laura Sarabia luego de que le dijeran que la canciller "necesitaba urgentemente hablar conmigo".

De acuerdo con la versión del New York Times, Uribe le dijo a Sarabia en la llamada: "Tenemos diferencias con el presidente Petro. Cometió un error, pero tenemos que resolver esto. ¿Cómo puedo ayudar?".

"La señora Sarabia le pidió a Uribe que llamara a sus amigos en Washington, incluido el nuevo secretario de Estado, Marco Rubio", se lee en el Times.

Álvaro Uribe y el secretario de Estado Rubio, cuya esposa es colombiana, tienen una relación de años. Rubio ha considerado al expresidente un gran aliado de los Estados Unidos y lo ha apoyado en los casos de persecución política que el propio Uribe ha enfrentado en Colombia por parte de sus adversarios en la izquierda. 

Finalmente la crisis entre Colombia y Estados Unidos se pudo resolver cuando, al final del domingo, el Gobierno de Petro accedió a todos los términos exigidos por el presidente Donald Trump para la deportación de los inmigrantes ilegales colombianos. Petro no se refirió más al tema pese a que temprano el domingo había anunciado que, en respuesta, le impondría a Estados Unidos unos aranceles del 50%. 

Petro tampoco se refirió a que su mayor adversario entró a la crisis para salvar a Colombia.