Quién es el líder de Hezbolá Hassan Nasrallah, uno de los terroristas más sanguinarios del mundo

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) realizaron este viernes un ataque con el objetivo de eliminar a Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolá, en Beirut, capital del Líbano. Al momento de escribir estas líneas no se sabe si el líder del grupo terrorista ha sido alcanzado por la ofensiva israelí.

Nasrallah nació en el seno de una familia musulmana chiíta de escasos recursos en un campo de refugiados de Beirut y desde niño ha estudiado a fondo el islam. Está casado con Fatima Yassin y actualmente tiene cuatro hijos, ya que Hadi, el mayor, fue eliminado por Israel en 1997, y su cuerpo fue intercambiado por el de un soldado israelí en un acuerdo. 

Nasrallah, de 64 años, es considerado un líder carismático, un gran orador, uno de los más importantes referentes en el Líbano y uno de los representantes de mayor relevancia del islamismo radical. 

El líder terrorista ocupa el puesto de secretario general de Hezbolá desde 1992, tras el asesinato de su predecesor Abbas al-Musawi, quien murió en un ataque israelí perpetrado en febrero de ese mismo año. 

Cuando comenzó la guerra civil libanesa (1975-1990), el joven Nasrallah se trasladó con su familia al sur del país y luego se unió al movimiento político chiíta Amal.  

Nasrallah conoció a Abbas al-Musawi en Irak, cuando durante su adolescencia estudió en un seminario islámico en la ciudad de Nayaf, de donde huyeron a finales de la década de 1970 por temor al Gobierno iraquí.

Tras regresar de Irak, Nasrallah comenzó a enseñar islam en un seminario religioso fundado por Musawi, donde empezó a ganar popularidad entre muchas personas. 

Después de que en 1982 estallara la Primera Guerra del Líbano, en la que luchó Israel contra varios movimientos terroristas, como la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Hezbolá, entre otros, Siria permitió la llegada de la Guardia Revolucionaria de Irán al territorio libanés, por lo que los iraníes comenzaron a trabajar para convertir al Líbano en una república islámica. 

Nasrallah dejó más tarde el movimiento Amal para unirse a la Guardia Revolucionaria iraní, tal como lo hizo Musawi, y se convirtió en el comandante de esta rama de las fuerzas armadas iraníes en el Valle de la Bekaa, en el este del Líbano. 

Luego surgió Hezbolá, formado por un contingente de la Guardia Revolucionaria iraní, siendo Nasrallah uno de sus referentes. 

Como se mencionó, Musawi, quien había asumido como secretario general del grupo terrorista en 1991, fue eliminado por las fuerzas del Estado judío en 1992, por lo que Nasrallah ocupó su lugar.

Una vez al mando de Hezbolá, Nasrallah dirigió una serie de atentados en suelo israelí y en el mundo, como los ataques contra la embajada de Israel de Buenos Aires, Argentina, en 1992 -que dejó 22 muertos y cientos heridos-, y dos años más tarde contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la misma ciudad -que dejó 85 muertos y 176 heridos-. 

En 1985, tras la retirada de Israel de la mayor parte del territorio libanés que ocupaba tras la guerra de 1982, los ataques de Hezbolá contra las FDI y el Ejército del Sur del Líbano -una milicia cristiana aliada del Estado judío- continuaron. Luego, tras la retirada completa de las fuerzas israelíes del Líbano en el año 2000, Nasrallah fue considerado como un héroe en gran parte del mundo árabe. 

En julio de 2006, Hezbolá llevó a cabo un ataque en el que mató a tres soldados israelíes y secuestró a otros dos (que luego también fueron asesinados), lo que desató la Segunda Guerra del Líbano. En aquella oportunidad, Nasrallah permaneció oculto, pero siguió transmitiendo discursos televisados.

Desde el fin de esa guerra, Irán ha estado fortaleciendo a Hezbolá mediante el envío de armas, y hasta el año pasado no ha habido muchas confrontaciones directas entre la organización radical chiíta e Israel. Sin embargo, tras la masacre del 7 de Octubre, el grupo terrorista ha lanzado una serie de ataques contra el Estado judío, que ha llevado a cabo varias contraofensivas, especialmente en las últimas semanas, y ha eliminado a algunos de sus altos mandos.