Maduro intensifica los esfuerzos para ganarse a los inversores petroleros estadounidenses a pocos días de las elecciones en Venezuela
El dictador prometió a los empresarios estabilidad, seguridad jurídica y paz, aunque la efectividad de estas promesas sigue siendo incierta.
En el marco de las próximas elecciones presidenciales, Nicolás Maduro está intensificando sus esfuerzos para atraer inversión extranjera con el objetivo de revitalizar la industria petrolera de Venezuela. Maduro promete estabilidad, seguridad jurídica y paz, aunque la efectividad de estos compromisos es incierta.
Durante una reciente visita a una planta de Chevron que reabrió el año pasado, Maduro hizo un llamado directo a los inversores estadounidenses a través de la televisión estatal. "Su inversión es bienvenida en Venezuela, para que podamos trabajar juntos hacia una relación diferente entre Estados Unidos y Venezuela. Garantizamos estabilidad, seguridad jurídica, paz, relaciones de beneficio mutuo”, declaró Maduro, a pesar de que su administración ha sido responsable del deterioro económico del país durante sus 11 años en el poder.
Según un informe de The Wall Street Journal, en la primera década de mandato de Maduro, Venezuela sufrió una contracción económica cercana al 80% y una caída drástica en la producción de petróleo. Las políticas del Gobierno llevaron al país a la cesación de pagos y a ser excluido del sistema financiero internacional. Bajo el régimen de Hugo Chávez, su predecesor, más de 1.000 empresas fueron nacionalizadas, muchas de las cuales colapsaron posteriormente.
A pesar de un colapso económico que ha devastado el sector energético y forzado a una cuarta parte de la población a emigrar, Maduro asegura que solo él puede restaurar la estabilidad económica. “Soy un hombre de palabra y de confianza”, afirmó durante el recorrido por la planta de Chevron, promocionando 10 nuevos acuerdos que su régimen firmó con inversionistas, sin revelar detalles de los supuestos acuerdos.
La estrategia de Maduro
Maduro ha prometido un supuesto "gran diálogo nacional" con todos los actores políticos y económicos y ha advertido sobre posibles consecuencias violentas si pierde las elecciones. Además, ha ofrecido acuerdos lucrativos a empresas estadounidenses, buscando su apoyo para persuadir a Washington de que levante las sanciones económicas que pesan sobre su régimen.
La controversia electoral y la división de opiniones
A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Venezuela, Nicolás Maduro busca posicionarse como el candidato favorable a los negocios. Sin embargo, tanto diplomáticos como analistas sugieren que su permanencia en el poder podría depender de una manipulación electoral, similar a las estrategias que utilizó en el pasado para asegurar su victoria.
Para muchos ejecutivos empresariales y analistas, la estabilidad económica y el reconocimiento internacional de Venezuela están condicionados a la celebración de elecciones libres y justas. Sin embargo, el régimen de Maduro ha sido acusado de restringir la participación de rivales políticos y de encarcelar a disidentes, lo que complica aún más el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas a su régimen.
Mientras tanto, la comunidad empresarial se encuentra dividida respecto al futuro económico de Venezuela. Algunos inversores ven oportunidades en las ofertas de inversión propuestas por el régimen de Maduro, considerando que el actual régimen podría ofrecer una estabilidad relativa en comparación con un cambio de liderazgo. Por otro lado, hay quienes argumentan que solo una transición de poder que restablezca el estado de derecho podría traer verdadera estabilidad y recuperar la credibilidad internacional del país. Estos inversores temen que un cambio de gobierno podría desencadenar una mayor inestabilidad, lo que afectaría negativamente las perspectivas de restablecer a Venezuela como un proveedor clave de petróleo para Estados Unidos.