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Baja participación, 600.000 votos perdidos y el first-past-the-post: los 'peros' de la victoria laborista en UK

El partido de Keir Starmer se proclama ganador absoluto y aplastante pese a que 80% del electorado británico no ha votado a su formación y que tan solo ha mejorado su porcentaje en un 1,9%. 

El recién elegido Primer Ministro Sir Keir Starmer y su esposa Victoria Starmer(Cordon Press)

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Las elecciones en Reino Unido cambian por completo la configuración de la Cámara de los Comunes para el mandato que se abre a partir de ahora. Después de 14 años de Gobiernos conservadores, el líder laborista Keir Starmer se ha reunido con el rey Carlos III, quien le ha encomendado la tarea de formar un Gobierno. 

Los laboristas han vendido esta victoria como una aplastante. Son así la mayoría de titulares que lleva la prensa internacional y británica, poniendo de relieve la supermayoría de 412 escaños para los laboristas. El número sorprende. Se trata del mejor resultado en asientos parlamentarios para los laboristas desde la década de los años 30 del siglo pasado. Los comentarista de la cadena Sky News a penas pudieron retener sus exclamaciones al desvelarse primeros datos de recuento una vez cerrados los colegios electorales.  

Pero, ¿hasta qué punto es la narrativa de la victoria absoluta una realidad? La baja participación ha sido baja, tanto que incluso los laboristas han sacado menos votos que cuando perdieron las elecciones en 2019. Por otro lado vemos que el partido conservador del polémico Nigel Farage tan solo obtiene 4 escaños, pese a los 4 millones de británicos que han votado a Reform UK (RU). Entonces, ¿por qué han ganado los laboristas?

First-past-the-post

En Reino Unido las elecciones son generales. En los mismos comicios se eligen a los representantes de cada distrito a la Cámara de los Comunes, siendo este mismo resultado por el cual se forma Gobierno y se escoge al primer ministro. Para las votaciones se usa el sistema first-past-the-post, también conocido como escrutinio mayoritario uninominal. 

De la misma forma que se usa para las elecciones al Congreso en Estados Unidos, el escrutinio uninominal solo permite que el candidato con más votos de cada distrito parlamentario obtenga escaño. Uno solo. 

De esta forma, el Partido laborista ganó en 412 distritos de voto, lo que sumó un total de 9,6 millones de votos en todo el Reino Unido. Son algo menos de 3 millones de votos más que el Partido Conservador, quien pese solo alcanzó la victoria en 121 distritos. Los porcentajes son el 33,7% frente al 23,7%.

Estos resultados se dan con la participación más baja en unas elecciones británicas desde el 2001. Tan solo el 59% de los británicos con derecho a voto acudieron a las urnas este miércoles. Son 3 millones menos de votantes que en 2019, cuando la participación fue del 67,3%. 

Entonces, en 2019, los laboristas obtuvieron más votos en total que en estas elecciones, pese a que ahora claman que se trata de una victoria aplastante. La realidad es muy distinta. Aquel año, obtuvieron 600.000 votos más que este 2024 y los conservadores ganaron con un porcentaje mucho mayor, el 42% del total. Perdiendo en el total de votos, con la variación porcentual de la participación, los laboristas tan solo han obtenido un 1,6% de mejora en su resultado electoral, que se ha traducido sin embargo en 211 parlamentarios más para su bancada. 

Teniendo sólo en cuenta aquellos que han votado, es importante remarcar que los laboristas van a gobernar con una supermayoría pese a que el 67% de aquellos que acudieron a las urnas no les han votado. Peor es incluso el dato si consideramos el total del electorado británico, es decir más de 48 millones de individuos. Siendo así, tan solo el 20% del electorado británico ha apoyado al partido de Keir Starmer. La gran victoria que declaran los laboristas es una que no tiene el apoyo del 80% del país. 

Los verdes roban votos a los laboristas

El partido ecologista Los Verdes logró cuadruplicar su número de escaños en estas elecciones. Pasó de tener un solo representante a cuatro después del miércoles. Lo consiguió gracias a los más de 1,9 millones de votantes que les apoyaron en todo el país. Le quitó dos distritos a los conservadores y uno más a los laboristas. 

​Sin embargo, la crecida de los verdes en 1,1 millones de votos totales ayuda más a explicar la bajada de 600.000 votos para los laboristas en comparación con 2019. En Waveney Valley y North Herefordshire, donde los verdes han ganado, los laboristas han quedado muy lejos de la segunda posición y han obtenido resultados por debajo del 10%, por ejemplo. 

Reform UK, gran perjudicado

La década pasada, el tercer partido por número de escaños en estas elecciones, el Partido Liberal Demócrata, llevó a cabo una campaña para denunciar la injusticia del sistema first-past-the-post. Los liberales aseguraban que, de haber un sistema alternativo con un reparto proporcional de los votos, obtendrían más escaños y sería más justo. 

La críticas no estaban desencaminadas. En 2010, los liberales obtuvieron el 22% de los votos totales, un porcentaje similar al de los tories este 2024, pero tan solo obtuvieron 57 escaños en la Cámara de los Comunes, cinco menos que la anterior legislatura. En 2011 se aprobó entonces una ley para realizar un referéndum que proponía el cambio de sistema electoral. Los británicos votaron en un 67% a favor de mantener el first-past-the-post. En los siguientes comicios, 2015, el resultado de los liberales fue aún más estrepitoso. Se quedaron en tal solo ocho escaños. 

Las elecciones de 2015 fueron también un ejemplo del peligro del first-part-the-post en unos comicios nacionales. Aquel año, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) encabezado por Nicola Sturgeon obtuvo sus mejores resultados hasta la fecha y entraron en la Cámara de los Comunes de Londres 56 representantes independentistas escoceses. Esto lo consiguió el SNP gracias a una estrategia de concentrar los votos en los distritos correctos. Algo más fácil con partidos de interés regional. Es algo que también ocurre en otras democracias con partidos independentistas, como España, en la cual obtienen un número considerable de escaños nacionales los partidos que llevan una agenda secesionista. 

Quien se muestra satisfecho con los resultados pero podría haber obtenido muchos más escaños es el partido de Nigel Farage, Reform UK. El partido del polémico promotor del Brexit obtuvo cuatro escaños y las puertas de la Cámara de los Comunes se le abrieron por primera vez. Farage obtuvo representación por el distrito de Clacton, en la costa este británica. En otros tres distritos le quitó el escaño a los conservadores. 

El número de escaños de RU en proporción a los votos que ha cosechado es mucho menor que el de los demás partidos. Reform UK obtuvo más de 4 millones de votos en todo el país, lo que supone un 14,3% del total. Esto convierte a Reform UK en el tercer partido más popular del país, ya que supera por más de medio millón de votos a los liberales demócratas. No se acerca en nada a los 71 escaños que estos han obtenido. Si el sistema no fuera de escrutinio mayoritario uninominal, proporcionalmente el 14,3% de los votos de RU tendría que haber dado alrededor de 93 escaños al partido conservador. 

Reform UK no tendrá tanto peso en la Cámara de los Comunes como influencia en la sociedad británica. Con estos resultados se pronostica que la legislatura que comienza ahora podría ser muy distante a lo que los británicos quieren realmente. Esto podría hacer mella en la disciplina de voto de los laboristas a medio o largo plazo. 

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