El Salvador lidera el aumento del gasto interior en turismo en América Latina y el Caribe
De acuerdo con un informe de Mastercard, los desembolsos en "experiencias" turísticas aumentaron un 213%.
"Parece que la gente es más feliz en El Salvador", recoge un tuit del presidente Nayib Bukele enlazando a la noticia de la revista Forbes. "No voy a decir 'se los dije'", añade el presidente milenial que con las conclusiones de un estudio de Mastercard saca pecho y presume de avances en el sector turístico salvadoreño, un año después de empezar su gran guerra contra las maras.
Y es que de acuerdo con los análisis de consumo de Mastercard, los gastos privados en el sector turístico aumentaron significativamente en El Salvador. El país lidera incluso este ranking en América Latina y el Caribe, con competidores tan duros como República Dominicana, México o Costa Rica.
Según Mastercard, el gasto en experiencias turísticas aumentó en un 213% en una comparación entre marzo de 2023 y el mismo mes de 2019. Los desembolsos en productos de consumo directo también aumentaron en un 129% en los mismos periodos.
En los demás países de América Latina y el Caribe observados en el análisis de la entidad financiera, los aumentos son más sostenidos. Costa Rica (+144%), Guatemala (+117%), Jamaica (+105%) y México (+116%).
De acuerdo con Mastercard, el aumento se debería a una búsqueda de nuevas experiencias por parte de los viajeros, aunque manteniendo una preferencia por los países con costa. Según los investigadores, este interés por las experiencias únicas está potencialmente influenciado por las redes sociales y el entretenimiento en búsqueda de una inmersión cultural.
Pese a que los datos de El Salvador mejoran notablemente, Estados Unidos; Canadá; Reino Unido; Panamá; Colombia y España fueron los destinos predilectos de los viajeros latinoamericanos en los primeros meses de 2023. De parte del Gobierno de Bukele se puede apreciar una clara intención de reforzar este sector económico. Para incentivarlo, para el disfrute vacacional.
Los aumentos en las cifras turísticas salvadoreñas coinciden justamente con la instauración de un orden de seguridad pública en el país. Las tasas de delincuencia, y sobre todo los homicidios, cayeron en picado desde que el Gobierno de Bukele pusiera en marcha severas medidas contra la criminalidad. Con la ayuda del estado de excepción, el presidente salvadoreño logró la menor tasa de homicidios de la región. Pese a esto, varias organizaciones internacionales insisten en que las políticas del Gobierno de Bukele son un claro atentado contra los derechos humanos y denuncian detenciones arbitrarias sistemáticas y procesos jurídicos sin garantías para los acusados.