Dos días después de haber alcanzado un acuerdo provisional con el sindicato United Auto Workers (UAW) para poner fin a la huelga, Stellantis informó de que el parón ha afectado negativamente y de manera significativa a la compañía en su último balance económico.

A través de un comunicado, la matriz de marcas como Chrysler, Jeep o Dodge, entre otras, anunció que ha sufrido unas pérdidas en sus ingresos netos de alrededor de 3.175 millones de dólares -respecto a las previsiones iniciales- hasta octubre, como consecuencia de la huelga del sector del automóvil.

Sin embargo, Stellantis comunicó que durante el tercer trimestre de 2023, los ingresos netos crecieron un 7% más en comparación con los obtenidos en el mismo periodo del año 2022. En total, ingresaron cerca de 48.000 millones de dólares entre el 1 de julio y el 30 de septiembre. También se recompraron acciones valoradas en alrededor de 530 millones de dólares.

Acuerdos tentativos para finiquitar la huelga

Los tres fabricantes involucrados en el parón liderado por la UAW ya alcanzaron un acuerdo provisional para finiquitar la huelga del sector. Para ser definitivo, estos pactos deben ser aprobados tanto de líderes sindicales locales como de una mayoría simple de los 57.000 empleados representados por el sindicato.

El primero en hacerlo fue Ford, el 26 de octubre; tres días después Stellantis; y, el lunes 30 de octubre, General Motors cerró su acuerdo provisional con la UAW.

Tanto los fabricantes como el sindicato pactaron el mismo acuerdo: un aumento salarial para los empleados representados por la UAW que superará el 30% -entre la subida de sueldos y los complementos adicionales correspondientes al coste de la vida actual- durante los cuatro años y ocho meses que tendrá de vigencia el acuerdo.