Decálogo de un plan integral y urgente para Argentina
Su economía es un paciente muy delicado que necesita medidas urgentes para evitar un escenario que nadie desea.
La economía argentina es un paciente muy delicado que necesita medidas urgentes para evitar un escenario no deseado por nadie.
1. Política fiscal y gasto público
Urge una regla fiscal que evite que el gasto público aumente por arriba de la presión tributaria, especialmente ante el escenario electoral que se avecina. Si bien el nivel de gasto público se ha licuado entre 2020-21, corremos el riesgo de volver a niveles de gasto y déficit insostenibles, una vez que el Gobierno comience a ceder ante las presiones sindicales y gremiales.
2. Política tributaria
Urge eliminar 160 impuestos, dejando sólo aquellos 11 que hoy nos permiten cubrir el 90 % del total de recaudación. La medida sería un shock positivo sobre la actividad, lo que permitirá incrementar la base imponible, y con la recaudación adicional de esos 11 impuestos podría compensarse totalmente la caída por los otros 160 eliminados. El recuento de estos 171 impuestos surge de un relevamiento del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) a nivel nacional, provincial y municipal.
3. Superávit fiscal
Urge alcanzar un superávit fiscal para poder asumir el pago de los compromisos de deuda. En el caso argentino no alcanza con equilibrio fiscal, primero por su coyuntura, pero también para avanzar en una reducción de la presión tributaria y una quita gradual de retenciones, además de en una reforma previsional indispensable. En 2023 Argentina corre el riesgo de ir a un nuevo default y es necesario dar tranquilidad a los acreedores de que está haciendo lo posible para reconocer sus obligaciones.
4. Política cambiaria
Urge levantar el cepo cambiario. Debemos reconocer la cotización real del dólar frente a una moneda que hemos destruido y seguimos destruyendo año a año. Se deben terminar los privilegios en el reparto de los escasos dólares a un grupo de importadores oficiales y acreditados.
5. Desregulación
Se deben terminar los controles de precios sobre toda la economía, para que pueda normalizarse el funcionamiento bajo incentivos adecuados a la producción. La infraestructura energética sufre hoy la falta de inversiones, y esto representa un cuello de botella para recuperar tasas altas de crecimiento económico. Como en otros episodios históricos de nuestro país, los servicios públicos pueden atraer inversiones que contribuyan a reactivar la economía.
6. Política monetaria
Urge dolarizar la economía, aceptando lo que espontáneamente ya viene ocurriendo desde las PASO de 2019. El remanente de pesos que circula debe ser reemplazado por dólares que el Gobierno logre captar con nueva deuda, y los otros pasivos del Banco Central deben ser reemplazados por deuda del Tesoro. Una nueva convertibilidad con un tipo de cambio real alto (tras levantar el cepo) puede ser una alternativa, pero nos inclinamos en favor de la dolarización para reducir el costo de salida y eliminar el riesgo de devaluación, lo que es indispensable para tener bajas tasas de interés, tanto nominales como reales.
7. Apertura económica
Urge abrir la economía, recuperando el acuerdo con la Unión Europea, pero buscando también otros acuerdos con Nafta, Asia, Africa y Oceanía. El Mercosur podría ser el bloque a partir del cual se encaren las negociaciones, pero si no lo fuera Argentina debería abandonarlo. En esta materia tenemos mucho que aprender de los acuerdos bilaterales de Chile con distintos bloques económicos, incluyendo el Mercosur. Esta apertura requerirá de una eliminación total de los aranceles, lo que también requiere un tipo de cambio real alto como punto de partida, que se obtendrá al levantar el cepo y con la reforma monetaria de dolarización mencionada. Que los bienes transables adquieran dentro de Argentina precios internacionales bajos y competitivos reducirá el costo de la canasta básica para los consumidores, lo cual puede contribuir a bajar la pobreza, y a una pronunciada mejora de la competitividad.
8. Legislación laboral
Urge flexibilizar la legislación laboral, para que aquellos que necesitan contratar personal tengan incentivos para hacerlo. En el mismo plan de integración y retorno al mundo, Argentina necesita de esta reforma para mejorar su competitividad. La medida contribuye también a un necesario cambio estructural de empleo público a privado. Es un mito que esta medida provoque precarización laboral. La legislación laboral actual está provocando más excluidos que nunca, niveles alarmantes de informalidad y altas tasas de subempleo.
9. Cielos abiertos
Urge recuperar una política de cielos abiertos, sea con Aerolíneas Argentinas en manos públicas o privadas o directamente cerrada, pero recuperando la competencia de compañías que ofrezcan mejor calidad y precios a los consumidores, como ya ha ocurrido en Europa o en Estados Unidos. La medida daría a la Argentina mayor dinamismo, lo que también contribuye a mejorar la productividad.
10. Petróleo
Urge privatizar la explotación de petróleo, reconociendo que el Gobierno argentino ha sido siempre un mal empresario y que no tiene los recursos ni el conocimiento para abastecer al mercado local. La explotación de Vaca Muerta puede fundamentar shocks de inversión que Argentina necesita para salir de esta coyuntura. No sólo es indispensable que Argentina se autoabastezca de combustible, además puede generar ingreso de divisas por exportación.
Por supuesto que quedan otros frentes por encarar, como un Presupuesto base cero que permita replantear la estructura del gasto público, con menos ministerios, secretarías y sub-secretarías, que a la vez permita reducir la burocracia y la corrupción. Nueva Zelanda nos ofrece una experiencia en esta materia. Pero los 10 puntos mencionados arriba grafican una reforma integral y urgente que debería estar en la agenda del oficialismo y la oposición para alcanzar consensos que puedan ayudarnos a evitar otra crisis económica de magnitudes alarmantes.