Champions: Barça y PSG sufren, pero clasifican a semis

A pesar de que los resultados de la ida otorgaban cierta tranquilidad al FC Barcelona y París Saint Germain, el Borussia Dortmund y el Aston Villa se encargaron rápidamente de erradicarla, poniendo contra las cuerdas a dos de los mejores equipos del fútbol europeo y dejando una muy grata imagen ante sus respectivas aficiones.

El Dortmund, que tuvo como figura a un finísimo Guirassy (hat-trick), dominó a placer al conjunto culé, que mostró una de sus peores caras en toda la temporada. Mientras tanto, el Villa de Unai Emery se quedó a las puertas de enviar la eliminatoria a tiempo extra, quedándose a centímetros de batir al arco defendiendo excelsamente por Gianluigi Donnarumma.

En Alemania, los dirigidos por Niko Kovac salieron con un ritmo y pressing alto, incomodando en demasía a un mediocampo culé que sufrió sin la presencia de Pedri desde el arranque. Desde los primeros minutos, el buen juego de los locales se transformó en ocasiones dentro del área culé, y a los 11’, Guirassy transformó un penal “a lo Panenka”, encendiendo definitivamente el Signal Iduna Park.

Desde ese momento, los dirigidos por Hansi Flick comenzaron a sufrir. Araujo, superado por el contexto y por los movimientos de Guirassy, volvió a mostrarse impreciso e inseguro en los cruces; Koundé y Gerard Martín no lograron contener sus respectivas bandas; y en ataque, Yamal, Raphinha y Lewandowski quedaron completamente desconectados del juego, muy separados entre sí y sin conexión con los volantes culés.

El Dortmund, con cierta lógica, empezó a generar más y más oportunidad, pero siempre se encontraron con un muy seguro y solvente Szczęsny, que volvió a demostrar su autoridad bajo palos en contextos complejos y de asedio.

Fue el mismo Szczęsny, de hecho, el que mantuvo al Barça dentro de sus cabales en el segundo tiempo, con sendas salvadas ante Adeyemi y Pascal Groß apenas después de que el propio Guirassy anotara a bocajarro el 2-0.

El problema del equipo de Kovac fue, nuevamente, su casi anticompetitiva línea defensiva, que cinco minutos tras el 2-0 dejó a un descolgado Fermín López habilitado y solitario sobre el sector derecho del área. La jugada terminó de la peor manera: un centro rasante del joven mediocampista español que encontró el pie mal puesto de Bensebaini, quien anotó, para desgracia de su equipo, un gol en contra lapidario para los alemanes.

Luego, con el ingreso de Pedri, el Barça pareció adormecer el ritmo del partido; sin embargo, un nuevo error de Araujo dejó a Guirassy mano a mano a los 76 minutos, manteniendo la eliminatoria abierta hasta los últimos instantes. Pese a la tensión, el Dortmund no logró concretar y, con algo de sufrimiento, el equipo de Flick logró espantar viejos fantasmas y sellar el pase a semifinales de Champions tras seis años de ausencia.

PSG, a semis por segundo año consecutivo

Si el Barça sufrió, el equipo de Luis Enrique lo hizo el doble, aferrándose a un Donnarumma que firmó tres atajadas heroicas para evitar el tiempo extra en el Villa Park.

Al contrario del partido en Alemania, la jornada en Inglaterra parecía que tranquila, gracias a los tantos tempraneros de Hakimi (0-1, 11’) y Nuno Mendes (0-2, 27’).

Con esos dos tantos, los parisinos obligaban a los locales a marcar hasta cuatro tantos para obligar a la prórroga. Una misión a ojos prácticos improbable.

Sin embargo, si algo nunca hay que hacer en un duelo de eliminación directa es dar por muerto a un equipo de Unai Emery.

Liderados por un inspirado Youri Tielemans y un incansable John McGinn, los “villanos” lograron remontar el partido en un período de tiempo neto de menos de 30’, gracias a los tantos del propio Tielemans (34’), McGinn (55’) y Konsa (57’).

Desde ese momento, el partido fue un terremoto. Un ida y vuelta vibrante que batió en duelo al Dibu Martínez y Gianluigi Donnarumma, ambos infranqueables luego del 3-2.

Martínez, por un lado, se encargó de hacer creer hasta el final a su equipo, realizando atajadas impresionantes contra Hakimi, Dembele y Doué.

Mientras, Donnarumma salvó el 4-2 hasta en tres ocasiones: dos atajadas volando ante Tielemans y Rashford; y otra achicando y dejando sin ángulo a un Asensio que encaró mano a mano hacia el empate de la serie.

Finalmente, en la última jugada de la eliminatoria, el ingresado Ian Maatsen estuvo a centímetros de enviar el partido a prórroga con una volea perfecta desde el borde del área. Donnarumma, que hizo vista, vio cómo el ecuatoriano Willian Pacho se interpuso con su humanidad para evitar un empate épico que habría significado un golpe mortal para los dirigidos por Luis Enrique, quienes, gracias a esa salvada, aseguraron su segunda clasificación consecutiva a semifinales de la Champions.