Champions: el Barça y el PSG arrasan y confirman su candidatura a la Orejona

El FC Barcelona de Hansi Flick y el París Saint-Germain de Luis Enrique confirmaron nuevamente que son los dos equipos en mejor momento del fútbol europeo y los dos máximos candidatos, con permiso de los grandes equipos en carrera, a ganar la edición de la UEFA Champions League.

Con una nueva exhibición de Lamine Yamal, perfectamente escudado por sus compañeros de ataque y un enérgico Fermín López, los culés despacharon sin despeinarse a un débil y anárquico Borussia Dortmund, que quedó lejos de la versión competitiva de la pasada temporada, cuando supieron plantarse en la final de Champions tras eliminar a equipos del calibre del Atlético de Madrid o el mismo PSG.

Con un Yamal insistente y decisivo, el Barça arrolló a un Dortmund que no presentó oposición, viéndose desde el primer minuto superado por el ritmo vertiginoso del equipo catalán.

Kobel, no en vano, tuvo que ensuciarse el uniforme en varias ocasiones para salvar su arco de los remates de Lewandowski y Yamal, que ya avisaban cómo sería el desarrollo del cotejo.

Finalmente, el cerrojo defensivo alemán se rompió a los 25’ por una vía poco convencional para el equipo de Flick: la pelota parada.

Un centro pasado de Fermín López, de gran aporte, se convirtió en jugada de gol gracias al pivoteo de Iñigo Martínez para la puntada final de un Pau Cubarsí cada vez más asentado en la línea final culé. Raphinha, que apenas había tenido participación en el partido, sin embargo, punteó la pelota antes de que ingresara por la raya final, adjudicándose oficialmente el gol para alcanzar su duodécima conversión en la actual edición.

Así, el Barça, sabiéndose superior, encontró el gol más complicado en un momento en el que el Dortmund aún soñaba con hacer una eliminatoria competitiva.

De hecho, el equipo alemán logró resistir hasta el complemento, incluso teniendo algunas ocasiones en los pies de Guirassy, quien echó por la borda las pocas esperanzas del Dortmund de empatar el cotejo.

Luego, el Barça, en una segunda mitad infernal, terminó de sentenciar la eliminatoria apenas iniciado el ocaso del partido. Primero, a través de una jugada exclusiva de su tridente letal: Yamal, Lewy y Raphinha. El joven extremo español, fiel a su estilo, encaró por la derecha y puso un justísimo centro en profundidad para la llegada del brasileño, que con la cabeza dejó al polaco a centímetros del gol, convirtiéndose una vez más en el verdugo de su exequipo.

Luego, una vez más, Yamal lideró la enésima corrida de los catalanes, encontrando al espacio a Fermín López, quien acompañó perfectamente el contragolpe y asistió con precisión a un Lewandowski solitario y letal en el punto del penal. Con sus dos tantos, el goleador polaco alcanzó los 11 goles en la edición, quedando solo por detrás de su propio compañero Raphinha, un dato que refleja el poderío ofensivo culé.

La obra culé fue culminada por el propio Yamal, quien, a pesar de su actuación pletórica, no había ni marcado ni asistido, y quiso apuntarse en el marcador oficial con una definición “romarística”, de puntín, un recurso cada vez más olvidado en el fútbol moderno.

Sin embargo, el gol o el pase a gol, invaluables en el fútbol, son estadísticas que por ahora no reflejan ni hacen honor a todo lo que genera Yamal a través de la gambeta, el desequilibrio y la creación de juego. Un futbolista que está liderando, con escasos 17 años, la ofensiva del equipo que más impacta en el fútbol europeo.

PSG presenta candidatura

Sin quedarse muy atrás del Barça, el PSG también exhibió una clínica de fútbol ante el Aston Villa de Unai Emery.

Con Kvaratskhelia (‘Kvaradona’), Ousmane Dembélé y la joya Désiré Doué, el PSG pasó por encima de la defensa ‘villana’, generando una cantidad inmensa de ocasiones en un partido que no fue goleada solo por la figura del silbado Dibu Martínez, el arquero argentino campeón del mundo que fue nuevamente chiflado en su regreso a una cancha francesa.

Mientras Kvaradona, Dembélé y, especialmente, Doué se encargaban de transmitir peligro en cada una de sus intervenciones, Fabián Ruiz, João Neves y Vitinha se encargaron de manejar todo en la sala de máquinas, bien acompañados por los laterales Hakimi y Nuno Mendes, autor de un golazo sobre el final del partido para sentenciar el 1-3 final.

Mucho antes de ello, luego de estar sometido por una extensa media hora, fue el Villa el que golpeó primero a los 35’ del primer tiempo, con un contragolpe brillante que fue sentenciado a placer por Morgan Rogers.

Sin embargo, sin inmutarse, el PSG respondió a través del talento especial de Doué, que a los 39’ tomó la pelota, encaró para su pierna hábil y clavó un derechazo en el ángulo superior izquierdo, dejando sin respuesta a un Martínez que solo pudo hacer la estatua ante uno de los grandes goles de toda la competición. A partir de allí, solo hubo un equipo en cancha.

Kvaratskhelia, que llegó al PSG procedente del Napoli en el mercado invernal, recibió de Ruiz a la contra y, con un movimiento mortal y absolutamente estético, quebró la cintura de Axel Disasi, armando su remate para la zurda y quemando el primer palo de Martínez, quien tampoco tenía oportunidad alguna de frenar el potente remate del georgiano.

Fue así como el PSG volvió a dejar en claro que, a pesar de no contar con un Neymar, Mbappé o Lionel Messi en sus filas, tiene a uno de los planteles más talentosos de todo el fútbol europeo y uno de los colectivos más ensamblados del momento.