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París 2024: la “boxeadora” taiwanesa con cromosomas XY también avanza a la final en su categoría

Se trata de Lin Yu-ting, quien tampoco superó las pruebas de género para el Mundial de Boxeo del año pasado, en un caso similar al de la representante de Argelia Imane Khelif.

La boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting superó clasificó a la final

Lin Yu-ting no tuvo problemas para clasificarse a la final en su categoría, ahora va por el oroMauro Pimentel / AFP

La "boxeadora" taiwanesa con cromosomas XY Lin Yu-ting superó este miércoles las semifinales de la categoría de 57 kilos de los Juegos Olímpicos París 2024 confirmando, en parte, la denuncia de los críticos sobre la ventaja física de las atletas que no superaron las pruebas de género el año pasado para el Mundial de Boxeo organizado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA).

Lin, en este caso, derrotó este miércoles a la turca Esra Yildiz Kahraman por decisión unánime sobre el ring instalado en Roland Garros, el emblemático estadio de tenis parisino, donde su triunfo fue recibido con aplausos por miles de espectadores.

La argelina Imane Khelif, quien tampoco pasó las pruebas de género y, al igual que Yu-ting, posee cromosomas XY (habituales en hombres), también clasificó para la final de los 66 kilos en la jornada del martes. Ni Lin ni Khelif tuvieron problemas para alcanzar las finales en su categoría.

La espigada Lin, cinco centímetros más alta que su rival, dominó el combate desde los primeros compases con un único desliz en el primer asalto, cuando tropezó y cayó brevemente a la lona.

Kahraman, alentada por un grupo de aficionados turcos en la tribuna, se vio forzada a arriesgar para recuperar terreno en las puntuaciones y Lin supo aprovecharlo.

La taiwanesa se mantuvo a distancia de los puños de su oponente y acabó imponiéndose con claridad en las tarjetas de los cinco jueces.

De esta forma, Lin pugnará el sábado por su primer título olímpico tres años después de quedar fuera del podio de los Juegos de Tokio.

La polaca Szeremeta, último escollo

Su última contrincante será la polaca Julia Szeremeta, de 20 años, que venció en la otra semifinal por decisión dividida (4-1) a la filipina Nesthy Petecio, medallista de plata en Tokio-2020.

La participación en París-2024 de Lin y de Khelif ha generado un gran revuelo mediático y político después de que fueran descalificadas el año pasado del Mundial femenino por no superar una prueba de elegibilidad de género, cuyos detalles médicos no se han hecho públicos para preservar la privacidad de las atletas.

Las suspensiones fueron decididas por la IBA, organismo enfrentado políticamente con el Comité Olímpico Internacional (COI) desde hace varios años.

Esta semana, la IBA afirmó que Lin y Khelif fueron sometidas a "pruebas genéticas que demuestran que son hombres", lo que provocó que autoridades de Taiwán amenazaran con emprender acciones legales contra ese organismo.

El presidente del COI, Thomas Bach, y altos funcionarios de Argelia y Taiwán han defendido enérgicamente a Khelif y Lin, afirmando que nacieron y se criaron como mujeres y que tienen pasaportes que así lo muestran.

Sin embargo, la IBA afirma que estas peleadoras poseen cromosomas XY y, por ende, tienen ventajas físicas ante sus rivales con cromosomas XX. Esta situación ha planteado toda una discusión global sobre la seguridad de las atletas en el boxeo y también la discriminación contra personas con condiciones biológicas atípicas.

La situación también ha provocado desinformación entre las personas que se encuentran a favor o en contra de la participación de Khelif y Lin. Por un lado, muchas personas y medios afirmaron que las boxeadoras son personas transexuales y que están haciéndose pasar por mujeres. No es el caso. Asimismo, sus defensores afirman que son “mujeres con altos niveles de testosterona”, tampoco es exacto, tal y como explica Irene Aguiar, especialista en derecho deportivo y una referente en cuestiones de ética deportiva y en el impacto de la biología en la competitividad y la seguridad en las distintas disciplinas olímpicas.

“Lo más probable, pero de esto no hay ninguna información de fuente fiable, es que tenga alguna anomalía del desarrollo sexual (ADS o DSD) de cariotipo XY. Esto explicaría que el sexo que consta en el pasaporte sea femenino, por tener genitales de ese aspecto en el nacimiento, y se haya registrado por tanto de esa forma. Sería como el caso de Semenya: biológicamente un hombre con una ADS que hace que sus genitales sean ambiguos al nacer y se le registre de sexo femenino. La ADS de Semenya es 5-ARD 46XY (confirmado por el TAS, el TEDH y, respecto a tener testículos, por Semenya), pero se desconoce si es también el caso de Khelif”.

La realidad es que, si bien la IBA no confirmó los detalles exactos de los exámenes médicos, el COI tampoco pudo desmentir la afirmación de que las peleadoras posean cromosomas XY y se limitaron a atacar la validez de las pruebas genéticas sin presentar evidencia.

Sin embargo, en una corrección, el COI prácticamente admitió de facto que las luchadoras poseen dicha condición genética. Esto ocurrió cuando su presidente Bach dijo públicamente “repito, este no es un caso de DSD, se trata de una mujer que participa en una competición femenina, y creo que lo he explicado muchas veces”. La propia organización tuvo que aclarar sus dichos: “Lo que se pretendía era: ‘Pero repito, este no es un caso transgénero’”.

Sin embargo, más allá de la polémica, la realidad es que Khelif y Lin competirán por el oro en sus respectivas categorías siendo las favoritas para llevarse el primer lugar. 

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