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Disney woke se desangra y pierde casi $1.000 millones en lo que va de año

El gigante del entretenimiento celebra su centenario en medio de una crisis financiera que ni sus cuatro últimas películas ha podido salvar.

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(Disney / pxhere)

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Disney está viviendo una crisis sin precedentes. El gigante del entretenimiento está este año de centenario pero no tiene muchos motivos para celebrar: sus cuatro últimos estrenos cinematográficos fueron un fracaso y provocaron que la empresa perdiese casi 1.000 millones de dólares.

El motivo detrás de la crisis podría estar en la decisión que tomó Walt Disney Studios de aplicar la cultura woke en sus últimas películas. No es ningún secreto que la decisión de cambiar la raza a Ariel en el live-action de La Sirenita no sentó bien a muchos espectadores.

Tampoco que se estrenase Ant-Man y La Avispa: Quantumania y sólo un mes después uno de sus protagonistas, Jonathan Majors, acabase arrestado poniendo en jaque las fases cinco y seis de Marvel. Y la última entrega del arqueólogo interpretado por Harrison Ford, Indiana Jones y el llamado del destino, tampoco tuvo un buen recorrido en las salas. Lo mismo que le está ocurriendo al largometraje basado en una de las atracciones de Disneyland más populares, La mansión encantada, que no está destacando en taquilla o a Elemental, el último proyecto de Pixar.

Comienza el declive de Marvel

La película protagonizada por Paul Rudd y Evangeline Lily, Ant-Man y La Avispa: Quantumania, fue la primera que notó los efectos de la crisis. Con un coste que de preproducción y rodaje que Forbes situó en los 193.2 millones de dólares, el largometraje fue un fracaso en taquilla.

A este presupuesto hay que unirle los casi 100 millones de dólares que, asegura Variety, se dejó Marvel en promocionar la película. La cifra es algo inferior a lo que recaudó la cinta en salas. Según datos de Box Office Mojo la tercera entrega de Ant-Man logró recaudar algo más de $476 millones pero que lejos queda de los más de 600 millones de dólares que debía conseguir el largometraje para equilibrar la balanza entre pérdidas y ganancias.

Mejor suerte tuvo Guardianes de la Galaxia: volumen 3. La última película de los forajidos liderados por Chris Pratt es el único éxito del que puede presumir Disney y, aún así, no logró obtener 1.000 millones de dólares durante su recorrido en salas sino que, estima Box Office Mojo, se quedó en unos 845 millones de dólares. La cinta costó en total, según datos ofrecidos por Screenrant, unos 250 millones de dólares. Al presupuesto hay que añadir otros $100 millones en promoción pero su recorrido en taquilla duplicó la inversión realizada por Disney, demostrando que aún había esperanza.

Los live-action no son tan fructíferos para Disney como antaño

La cultura woke también afectó a los clásicos de Walt Disney Studios. Desde 2010, la compañía decidió rehacer varios de sus éxitos animados y, aunque al principio fueron todo un éxito, ya no son tan rentables como antes. El último remake, La Sirenita, únicamente logró recaudar en taquilla unos $566 millones.

La crítica sobre la raza de la protagonista, Halle Bailey, así como otras decisiones que el público no apoyó provocaron la baja recaudación del largometraje en taquilla. Con un presupuesto que Collider sitúa en unos 250 millones de dólares destinados a realizar la película y otros $140 millones para promocionarla en todo el mundo. De esta forma, la nueva versión de Ariel logró ser rentable al obtener 6 millones de dólares más de los $560 millones que necesitaba para equilibrar la balanza pero lo recaudado se quedó lejos de las estimaciones que la compañía del ratón pronosticó al principio.

Sin embargo, los resultados en taquilla no impiden a Walt Disney Studios continuar realizando live-action de los clásicos animados. La compañía anunció recientemente que realizará una nueva versión de Enredados mientras que El jorobado de Notre Dame fue cancelado. Pero que, asegura a Variety el crítico de cine experto en Disney, Josh Spiegel, demuestra la falta de creatividad de la Casa de Mickey Mouse:

Disney necesita desesperadamente crear algo nuevo. Hace un buen trabajo canibalizándose a sí mismo. Rehacen sus películas y se hacen eco de lo que han hecho en el pasado. En cierto punto, no habrá mucho para que se hagan eco.

Ni Indiana Jones ni Pixar logran salvar a Disney

Un sentimiento que también manifiesta el público que tampoco apoyó la quinta entrega de Indiana Jones y el llamado del destino. Con un presupuesto de 294 millones de dólares (sin incluir los gastos de promoción que se estiman entre los 100 y los 200 millones de dólares), la película actualmente lleva recaudados algo más de $368 millones.

Tampoco tuvo suerte Elemental, la última cinta de Pixar. Con uno de los presupuestos más elevados para un largometraje animado (de unos 200 millones de dólares, incluyendo el coste de promoción) la película únicamente ha obtenido en la taquilla mundial unos 424 millones de dólares, aunque aún hay algunas salas que siguen proyectándola.

Entre las razones que podrían explicar su fracaso podría encontrarse el hecho de que sea la primera película de la compañía en presentar un personaje no binario. Algo que muchos espectadores no vieron con buenos ojos al tratarse de una película dirigida a todos los públicos.

Peor le está yendo en taquilla a La mansión encantada, la cinta basada en la popular atracción de Disneyland. Con un presupuesto que Collider sitúa en los 150 millones de dólares, el largometraje únicamente logró recaudar $60 millones en las casi tres semanas que lleva en cartelera, convirtiéndose en el peor estreno de la compañía en lo que va de año y demostrando, una vez más, que las últimas decisiones que tomó Disney no fueron las adecuadas y están afectando ya no sólo a su mentalidad, sino también a sus finanzas.

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