Salvar la democracia: la decisión de la Corte Suprema sobre Trump determinará el futuro del país

El tribunal de Colorado decidió eliminar a Trump de la boleta electoral, ahora los jueces del Supremo deberán pronunciarse al respecto.

En una decisión particularmente rápida, la Corte Suprema de los Estados Unidos anunció que escucharía la apelación hecha por el expresidente Donald Trump a la decisión de la Corte Suprema de Colorado de eliminar su nombre de la boleta presidencial en ese estado. La decisión que tome la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre este asunto tiene implicaciones a nivel nacional y puede evitar o desencadenar un terrible caos político que cambiaría la historia del país.

Una decisión con implicaciones a nivel nacional

Los jueces de la Corte tienen claro el impacto de este asunto, de ahí que hayan decidido escuchar la apelación y que la fecha para el argumento oral sea tan pronto como el 8 de febrero. Normalmente la fecha para empezar a escuchar un caso es establecida seis meses o más, después de que se acepta el caso. Pero los jueces tienen claro que lo que está en juego es el derecho de los americanos a elegir a su presidente. En otras palabras, lo que está en juego es la democracia. Por eso la Corte Suprema decidió escuchar la apelación y estableció un fecha tan cercana.

Este caso es tan importante porque va mucho más allá de la opinión que tenga cada juez sobre si el expresidente Trump estuvo o no involucrado en una "insurrección", se trata de la posición que va a tomar la Corte Suprema de los Estados Unidos, sobre una decisión de una corte estatal que afecta el derecho al voto. Por eso, aunque seguramente la mayoría, o todos los jueces, de la Corte Suprema prefieren evitar estos debates políticos, una vez la Corte de Colorado tomó la decisión de excluir a Trump de la boleta presidencial por supuestamente haber participado en una "insurrección", era absolutamente necesario que la Corte Suprema tomara el caso.

El asunto, además, no solo tiene implicaciones sobre Colorado, sino a nivel nacional. Si la Corte Suprema confirma la decisión de la Corte de Colorado, lo más probable es que veamos órdenes de Cortes en cada estado pidiendo que retiren a Trump de la boleta electoral.

Hasta el momento hay en el país dos decisiones sobre eliminar a Trump de la boleta electoral, las de Colorado y Maine. La de Colorado fue una decisión de la Corte Suprema del estado, y una decisión tomada por la Corte Suprema de un estado puede ser apelada ante la Corte Suprema de Estados Unidos. Mientras tanto, en Maine fue una decisión de la Secretaria de Estado, por lo tanto el proceso en Maine avanzará a la Corte estatal y no podía ser apelado en la Corte Suprema de Estados Unidos.

De modo que la decisión de la Corte de Colorado es la primera oportunidad, y la única por ahora, que tiene la Corte Suprema para manifestarse sobre la ola de demandas que en diferentes estados intentan eliminar a Trump de la boleta para las primarias a la presidencia. Y esa oportunidad fue tomada rápidamente por una Corte que entiende la gravedad del asunto.

Lo más probable es que la Corte Suprema revierta la decisión de la Corte de Colorado

El tribunal de Colorado -uno de los más liberales del país- determinó que Trump “participó en una insurrección” y por lo tanto debía ser eliminado de la boleta electoral de ese estado. La decisión fue tomada basándose en la Sección 3 de la Decimocuarta Enmienda, una cláusula que fue redactada justo después de la Guerra Civil para evitar que antiguos confederados hicieran parte del Congreso.

Lo más probable es que la Corte Suprema revierta la decisión de la Corte de Colorado. No porque todos los jueces estén de acuerdo en que lo ocurrido el 6 de enero no fue una insurrección sino porque seguramente los jueces no querrán tomar una decisión que entorpezca la democracia y que despoje a los americanos de su derecho a elegir. Sumado a eso, la Corte siempre se cuida de no convertirse y no ser vista como un organismo político.

De modo que la decisión de la Corte Suprema respecto al fallo de Colorado no será la consecuencia de un debate sobre el 6 de enero, sino sobre si efectivamente hay una razón para quitar a los americanos su derecho a votar por quien consideren. Incluso es probable que la Corte, explícitamente, diga que sus decisiones no fueron para determinar si hubo o no insurrección.

La idea que puede unir a todos los jueces, y que seguramente será la columna de la decisión que finalmente se tome, es sobre cómo se debe determinar si el expresidente Trump efectivamente participó en una insurrección. En ese sentido es altamente probable que la Corte afirme que no se puede tomar tal determinación y sacarlo de la boleta presidencial sin tener evidencia y un proceso legal.

Por lo que probablemente veremos a la mayoría de los jueces, tal vez todos, poniéndose de acuerdo en que para eliminar a Trump de la boleta por presuntamente haber participado en una insurrección, primero debe ser acusado y condenado por insurrección, y dado que hasta el momento no existe ninguna acusación formal por insurrección en su contra, se debería revertir la decisión de la Corte de Colorado.

Al respecto es fundamental recordar que a pesar de que Trump tiene en este momento múltiples acusaciones en diferentes estados, muchas de ellas realizadas por fiscales abiertamente partidistas, ni siquiera Jack Smith, quien es ampliamente respaldado por los sectores más liberales y quien tiene gran poder en Washington se atrevió a acusar al expresidente por insurrección. No lo hizo porque no tiene cómo probar que Trump es culpable de una insurrección. Seguramente fue absolutamente claro para Smith que no tiene manera de probar eso legalmente.

Y es que aunque a periodistas, comentaristas y políticos demócratas les resulte muy fácil gritar una y otra vez que Trump es culpable, "insurrección" es un término legal, está claramente establecido de qué se trata, y ni siquiera el fiscal Smith cree posible probar que Trump participó o alentó una insurrección.

Por eso es que seguramente veremos a la Corte Suprema revirtiendo la decisión de la Corte de Colorado, y es probable que sea una decisión unánime. Todos los jueces están interesados en dejar claro al país que no son un órgano politizado y que van a proteger el derecho de los americanos a votar. Esa es una idea clara en la que todos los jueces de la Corte pueden estar de acuerdo, aún si tienen diferentes opiniones sobre lo ocurrido el seis de enero.