Ohio: preocupación por el vertido tóxico del tren descarrilado

Las autoridades continúan examinando la potabilidad del agua y la calidad del aire. Los residentes ya regresaron a sus casas.

El pasado 3 de febrero, un tren que transportaba sustancias tóxicas desde Madison (Illinois) a Conway (Pensilvania) descarriló en East Palestine (Ohio) y provocó una fuerte explosión. Los casi 5.000 residentes de la localidad tuvieron que ser evacuados debido al incendio y a la densa humareda negra que se originó. Entre la mercancía química que viajaba en el interior de los vagones se encontraban fosgeno -un gas que sirvió como arma química durante la Primera Guerra Mundial- y cloruro de hidrógeno. No hubo víctimas mortales ni heridos.

Las consecuencias en East Palestine fueron nefastas. Los ciudadanos pudieron regresar a sus casas pero, al llegar, vieron como había peces muertos en los arroyos y pollos sin vida en las granjas. Además, el olor a gases tóxicos persistía en el aire. La exposición a estos materiales químicos puede provocar enfermedades como cáncer o infecciones cardiopulmonares.

Control de la potabilidad del agua

También se está teniendo que controlar la potabilidad, ya que los ciudadanos creen que la aparición de centenares de animales muertos se debe a que el agua está contaminada. Pese a ello, los reguladores medioambientales y las autoridades insisten en que la calidad del aire es buena y no existe riesgo sobre el agua. Trent Conaway, alcalde de East Palestine, afirmó durante una entrevista en el canal de televisión WFMJ:

A mí me preocupa, pero los ciudadanos también tienen que ser conscientes. Tenemos un sistema de agua cerrado. Así que el sistema de agua en el pueblo real de Palestina Este es 100% seguro. Estamos recibiendo las mismas cifras que hace dos jueves, antes del accidente. Nuestro campo de pozos está muy al oeste de donde se produjo el accidente y del arroyo por donde baja el agua.

West Virginia American Water, empresa que suministra el agua en West Virginia -estado colindante a Ohio-, informó el domingo de que estaba mejorando su proceso de tratamiento del agua como medida de precaución.

Buttigieg: ni una sola mención

El 6 de febrero, se procedió a la quema de cloruro de vinilo en el interior del tren, para así lanzar al aire los vertidos tóxicos y deshacerse de ellos. Este procedimiento provocó una enorme columna de humo negro que cubría un gran diámetro del territorio donde se produjo el descarrilamiento. Una humareda que aún puede presenciarse en East Palestine y que preocupa a los residentes.

Hasta el momento, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, no hizo mención alguna sobre el descarrilamiento, lo que está provocando que reciba numerosas críticas desde el Partido Republicano por su inacción.