El número de universitarios se desploma: hay un millón menos que hace dos años

Los jóvenes creen que los beneficios de obtener un título no compensan el elevado coste de la matrícula y el tiempo dedicado a los estudios.

Los datos de matriculaciones revelan que cada vez hay menos graduados de secundaria que se deciden a inscribirse en la universidad. En 2020, el 63% de los egresados de secundaria se matriculaban inmediatamente en programas universitarios, pero en 2016 ese porcentaje era de casi el 70%, según un informe del National Center for Education Statistics (NCES).

En 2020 se registró el porcentaje más bajo de inscripciones en 10 años. La tendencia a la baja parece continuar en 2022: según la National Student Clearinghouse, en 2020 había un millón más de matriculaciones que en 2021.

Escepticismo

El precio de un título universitario de cuatro años no deja de subir y el tiempo para terminar los estudios es cada vez más largo. Esto ha hecho que muchos jóvenes se planteen si la universidad vale realmente la pena. Un informe de The Hechinger Report señaló que hay un escepticismo generalizado sobre el valor de un título universitario, impaciencia ante el tiempo que se tarda y dudas sobre si vale la pena por los costes elevados que conlleva.

Una encuesta de Strada Education reveló que los altos precios eran el principal problema para el 57% de los encuestados a la hora de decidir continuar con sus estudios. Estas preocupaciones no son infundadas, ya que el coste de la universidad se ha duplicado con creces en las dos últimas décadas y crece de forma constante en torno al 7% anual.

La encuesta preguntaba a personas de entre 18 y 65 años qué beneficios percibían de la educación universitaria. Cuando se les preguntó en el año 2020, alrededor del 50% de los encuestados consideró que los estudios valían la pena a pesar de su costo. Un año más tarde, en el año 2021, sólo el 32% opinaba lo mismo.

El tiempo también es un factor muy influyente. Un informe de Clearinghouse encontró que sólo el 51% de los estudiantes universitarios a tiempo completo obtuvieron 24 o más horas de créditos en su primer año, lo que indica que el estudiante promedio a tiempo completo ni siquiera intenta tomar suficientes clases de crédito para completar una licenciatura en cuatro años.

A pesar del desencanto con las universidades, los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales apuntan que un título universitario es una inversión que vale la pena. En 2020, los trabajadores con una licenciatura tenían unos ingresos semanales medios de 1.305 dólares, frente a los 781 de los que sólo tenían un diploma de secundaria.

Las ayudas del Gobierno se reducen

Los datos de Red Nacional de Logros Universitarios revelaron que las solicitudes de ayuda financiera federal se redujeron casi un 9% este año en comparación con el 2021. Con respecto a las becas Pell, que es dinero que el Gobierno Federal otorga a los estudiantes con necesidades excepcionales que no necesita ser devuelto, las solicitudes se han reducido más de un 15%. No obstante, Estados Unidos tiene actualmente 1,7 billones (trillions) de dólares en deuda de préstamos pendientes. Con precios un poco más reducidos, se podría facilitar la culminación de los programas de grado a tiempo y evitar que crezca la crisis de la deuda estudiantil.

Hay zonas del país que intentan abordar estos problemas, y algunos ofrecen opciones para obtener un título universitario gratuito. Entre ellas se encuentra Nuevo México, que aprobó una ley que permite la asistencia académica completa de hasta 35.000 estudiantes que asisten a una universidad pública.