Apple se distancia de China y apuesta por India y Vietnam para fabricar sus dispositivos
El gigante tecnológico reestructura su cadena de suministro para esquivar la presión arancelaria, tras registrar ingresos récord de 95 mil millones de dólares en el trimestre de marzo.

Una tienda Apple
En un cambio estratégico significativo, Apple ha comenzado a reestructurar su cadena de suministro para depender menos de China, el país que durante décadas fue el principal centro de ensamblaje de sus productos. La decisión responde al aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el régimen de Pekín, que amenaza con imponer nuevos aranceles a las importaciones tecnológicas. Como parte de esta transformación, la empresa anunció que los iPhones que se vendan en Estados Unidos serán producidos en India, mientras que otros dispositivos como iPads y accesorios electrónicos serán fabricados en Vietnam.
Este cambio estratégico no es menor. Representa una ruptura con el modelo industrial que Apple perfeccionó durante años, basado en la producción a gran escala en suelo chino. Ahora, la compañía apuesta por una red de manufactura más diversificada, tanto para minimizar riesgos como para adaptarse a las nuevas realidades geopolíticas.

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Récord de ingresos antes de los aranceles
En el trimestre de marzo, Apple alcanzó ingresos por 95.000 millones de dólares, su mejor desempeño en más de dos años. Según explicó la propia empresa, el repunte estuvo motivado por una fuerte demanda de dispositivos, alimentada por las compras anticipadas de consumidores que buscaron adelantarse a los nuevos aranceles estadounidenses previstos para abril.
El lanzamiento del iPhone 16e, un modelo más económico con funciones básicas de inteligencia artificial, también impulsó las ventas. Su llegada al mercado coincidió con una ola de compras motivadas por la incertidumbre arancelaria, lo que contribuyó a que las ganancias netas subieran a 24.800 millones de dólares, un 5 % más que el mismo periodo del año anterior.

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India y Vietnam reemplazan el dominio chino
La reubicación de la producción no es solo una medida de contingencia: es el inicio de una nueva era para Apple. La empresa ya venía expandiendo sus operaciones en India con apoyo de socios como Tata Electronics y Foxconn, pero ahora ese proceso se acelera y se formaliza. A la vez, Vietnam se consolida como un nuevo centro de manufactura para otros productos clave.
Durante años, China fue la columna vertebral de la producción de Apple, gracias a su infraestructura y fuerza laboral especializada. Sin embargo, las tensiones comerciales, la inestabilidad regulatoria y la caída en las ventas dentro del propio mercado chino —donde los consumidores optan cada vez más por marcas locales— han debilitado esa relación.
La compañía también se enfrenta a un posible arancel del 20% sobre productos importados desde China y del 10% sobre los provenientes de India. Aunque por ahora hay una suspensión parcial de las tarifas más severas sobre los smartphones, el contexto político y económico ha empujado a Apple a tomar decisiones definitivas.
Un futuro menos centralizado, pero con nuevos desafíos
Este giro en la estrategia de producción llega en un momento en que Apple también enfrenta presiones legales y regulatorias en otras áreas clave de su negocio. Por un lado, podrían peligrar las regalías multimillonarias que recibe de Google por ser el buscador predeterminado en Safari, tras una sentencia judicial por prácticas antimonopolio. Por otro, la App Store está bajo escrutinio por su modelo de comisiones, con demandas que podrían obligar a la empresa a permitir canales de compra alternativos.
Aun así, el mensaje de fondo es claro: Apple ya no puede confiar exclusivamente en China como su centro de operaciones. En un entorno donde la política exterior y el comercio internacional impactan directamente en las decisiones empresariales, la empresa está apostando por una red de producción más flexible, más repartida y más preparada para enfrentar los vaivenes del escenario global.