Otro golpe a DEI: Trump exige a las universidades que reporten al Gobierno los datos sobre raza en las admisiones
La secretaria de Educación, Linda McMahon, dijo que los requisitos “garantizarán que la meritocracia y la excelencia vuelvan a caracterizar la educación superior”.

Imagen de archivo del presidente Trump con parte de su gabinete
Mediante un nuevo memorando, el presidente Donald Trump instruyó al Departamento de Educación a recopilar información sobre la raza y el género de los solicitantes en los procesos de admisión universitaria, obligando a todas las instituciones que reciben fondos federales a cooperar con el Gobierno.
“El presidente Trump está poniendo fin a prácticas discriminatorias que son ilegales, que quitan oportunidades y becas a estudiantes trabajadores, y que desperdician el dinero de los contribuyentes”, se lee en la hoja informativa de la Casa Blanca.
Diversos analistas han calificado la medida como el más reciente golpe de Trump contra las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en las universidades estadounidenses.
Según la Administración Trump y sus aliados conservadores, las políticas DEI, pensadas en principio para promover la inclusión, se han vuelto altamente discriminatorias contra las personas blancas, al punto que la raza, el género o la situación económica se convirtieron en cualidades centrales dentro del análisis para aceptar las admisiones, muchas veces afectando directamente a solicitantes mejor calificados en términos académicos.
El nuevo memorando, justamente, busca evaluar si las universidades siguen usando criterios DEI, como la raza, dentro de su sistema de análisis para las admisiones. Si la respuesta es sí, las casas de estudio se exponen a potenciales sanciones. En el memorando también se obliga a las universidades a transmitir datos exactos y completos sobre las admisiones.
De hecho, según el New York Times, el memorando instruye a la secretaria de Educación, Linda McMahon, la misión de elevar la cantidad de verificaciones de precisión de los datos enviados por las universidades.
Sobre la medida, McMahon dijo que estos requisitos “garantizarán que la meritocracia y la excelencia vuelvan a caracterizar la educación superior”.
La medida llega dos años después de que la Corte Suprema dictaminara, en 2023, que las universidades no pueden considerar la raza de un solicitante en el proceso de admisión. El fallo modificó de forma sustancial la manera en que las instituciones debían gestionar sus procesos de selección, obligándolas a buscar la diversidad estudiantil mediante criterios distintos a la raza y más allá de la excelencia académica.