Día Internacional del Chocolate: ¿por qué se celebra el 13 de septiembre?

Cada 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate, pero son pocos los que saben por qué se eligió esta fecha para honrar a uno de los alimentos más populares del mundo.

La elección de esta fecha está relacionada con dos famosos amantes del chocolate que nacieron el 13 de septiembre: el emprendedor estadounidense Milton S. Hershey, fundador de la icónica compañía de chocolates Hershey, y Roald Dahl, el escritor, aviador y guionista británico que escribió la famosa novela Charlie y la fábrica de chocolate.

Hershey, nacido en Pensilvania en 1857, fue el encargado de popularizar el chocolate y convertirlo en un manjar asequible para todos los paladares.

Dahl, nacido en Cardiff en 1916, publicó Charlie y la fábrica de chocolate en 1964. Se trata de una obra maestra que enamoró a millones de personas alrededor del mundo, y que incluso llegó a la pantalla grande por primera vez en 1971, y años después, en 2005 y 2023, se proyectaron en los cines otras dos precuelas de la novela. 

El chocolate y su impacto en la economía

El chocolate ha formado parte de antiguas civilizaciones mesoamericanas, que utilizaban el cacao como bebida ceremonial y moneda de cambio. Este popular alimento proviene del árbol de cacao, más precisamente de su semilla. 

Además, el chocolate tiene un impacto de gran relevancia en la economía global, ya que muchos de los países productores de cacao, como Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, Nigeria y Camerún, entre otros, dependen en gran medida de la exportación de este fruto. 

Asimismo, las principales empresas del rubro invierten grandes sumas de dinero para la creación de nuevos productos relacionados con esta industria con el fin de alcanzar más mercados. 

¿Cuáles son los beneficios para la salud que otorga el chocolate?

Según expertos, al contrario de lo que se suele creer, el chocolate es altamente nutritivo, si es que está compuesto en gran parte por cacao puro. Además, mejora el flujo sanguíneo; regula la presión arterial; eleva el colesterol bueno; mejora las funciones cerebrales; disminuye las migrañas y evita el exceso de los radicales libres, moléculas que se producen cada día en nuestro organismo como resultado de las reacciones biológicas que ocurren en las células.