A ocho meses de la trágica muerte del actor Matthew Perry, las autoridades revelaron que están cerca de concluir una investigación que podría resultar en cargos contra varias personas, según un informe de la revista People.

Perry, conocido por su icónico papel en la serie Friends, falleció el 28 de octubre a los 54 años después de un aparente ahogamiento en el jacuzzi de su casa en en Pacific Palisades, Los Ángeles.

Sin embargo, tras el informe del Departamento de Médico Forense (DME) se descubrió que el actor estaba bajo los efectos agudos de la ketamina en el momento de su muerte. Este hallazgo llevó a la Policía de Los Ángeles (LAPD) a investigar quién le proporcionó al actor, la droga que ocasionó su muerte prematura.

"Los factores que contribuyeron a la muerte del Sr. Perry incluyen ahogamiento, enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina (utilizada para tratar el trastorno por consumo de opioides)", indicó el informe del DME.

La investigación

La investigación del LAPD ha contado con la colaboración de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y los inspectores postales de Estados Unidos para rastrear el origen de la ketamina que causó la muerte de Perry.

Aunque aún no hay respuestas oficiales de la DEA sobre el progreso de la investigación, las autoridades están trabajando intensamente para esclarecer los hechos. Una fuente policial aseguró a la revista People que "varias personas" podrían ser acusadas por lo ocurrido.

Sin embargo, la decisión final sobre si se presentarán cargos o no recaerá en la Oficina del Fiscal de Estados Unidos, que hasta el momento ha respondido con "sin comentarios".

Las luchas de Perry con la adicción

Matthew Perry fue abierto en varias ocasiones sobre sus luchas con la adicción. En sus memorias publicadas en 2022, tituladas Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing, Perry reconoció haber batallado contra el alcoholismo y los opioides.

Su adicción comenzó en 1997, después de un accidente de moto acuática que le llevó a recibir una prescripción de Vicodin, de la que no pudo desprenderse. La situación se agravó hasta el punto de casi morir en 2019, cuando un abuso de opioides provocó que le estallara el colon.

Según informó la Oficina del Médico Forense del condado de Los Ángeles, Matthew Perry llevaba 19 meses libre de sustancias antes de su muerte, gracias a una terapia de infusión de ketamina. Este tratamiento, que se estaba popularizando para tratar problemas de salud mental.

El informe indicó que Perry recibió su última sesión de infusión de ketamina una semana y media antes de su fallecimiento.