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Carta abierta al presidente Trump instándole a impedir un arsenal nuclear iraní

Debería dar a los mulás un breve plazo para desmantelar y destruir todo su programa nuclear, sujeto a inspección estadounidense. Si se niegan o incumplen, quedaría sólo la opción militar.

Un misil iraní durante un desfile

Un misil iraní durante un desfileZUMAPRESS.com/Cordon Press.

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Estimado Sr. Presidente,

Se encuentra a punto de tomar una decisión por la que lo recordará la historia. Su legado será el de un líder mundial que salvó o que no salvó muchas vidas. Tal decisión refiere a la intención de Irán de seguir desarrollando su arsenal nuclear. No existe duda razonable de que el régimen desea obtener armas nucleares, a pesar de sus garantías de lo contrario. Tampoco se puede esperar que Israel, objetivo probable de una bomba iraní, se contente con una posible disuasión o contención. El peligroso objetivo de Irán debe ser impedido.

Obviamente, sería preferible detener a los mulás mediante una negociación antes que una acción militar. Los diálogos anteriores resultaron en un terrible acuerdo bajo la presidencia de Barack Obama. Usted mismo comprendió que bajo aquel Irán habría obtenido casi con toda seguridad un arsenal nuclear, y por eso se retiró, con toda razón, del pacto. 

Ahora circulan rumores de que su Administración está trabajando en un acuerdo "mejor", más largo y más fuerte. Pero a menos que incluya la destrucción completa y total de las instalaciones nucleares iraníes, nunca habrá garantía suficiente de que sus científicos no utilicen, subrepticiamente, la infraestructura civil para construir armamento militar

Catástrofe que sólo podría evitarse con condiciones similares a las del pacto alcanzado con Libia en 2003: el desmantelamiento completo de las instalaciones nucleares y la imposibilidad de convertir en armas la infraestructura de energía nuclear. Cualquier otra variante supondrá un riesgo inaceptable. 

Le instamos a que utilice sus increíbles habilidades negociadoras para lograr el objetivo que se había propuesto: un 100% de certeza de que Irán nunca conseguirá una bomba nuclear. Debería darle un breve plazo para desmantelar y destruir, sujeto a inspección estadounidense, todo su programa nuclear. Si se niega o incumple, debería desplegarse la opción militar.

Lecciones de la historia

Hace casi un siglo, los Gobiernos británico y francés se enfrentaron a una decisión similar con Alemania. Fracasaron, costando decenas de millones de vidas.

Un ataque militar contra el Estado alemán a mediados de la década de 1930, cuando su maquinaria bélica aún era débil, podría haber salvado muchas de esas vidas. He aquí lo que Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Reich, escribió en sus memorias:

"En 1933 el primer ministro francés debería haber dicho (y si yo hubiera sido el primer ministro francés, lo habría dicho): 'El nuevo canciller del Reich es el hombre que escribió Mein Kampf, que dice esto y aquello. Este hombre no puede ser tolerado en nuestra vecindad. O desaparece o marchamos'. Pero no lo hicieron. Nos dejaron en paz y nos permitieron deslizarnos por la zona de riesgo, y pudimos navegar alrededor de todos los arrecifes peligrosos. Y cuando terminamos, y bien armados, mejor que ellos, ¡entonces empezaron la guerra!"

El resto es historia, trágica. Alemania erigió sus fuerzas armadas sin que sus pretendidos enemigos tomaran contramedidas, conquistó la mayor parte de Europa Occidental y asesinó a millones de personas. Sin duda, la mayoría de esas muertes podrían haberse evitado si Londres y París hubieran emprendido una acción militar preventiva antes de que los alemanes estuvieran "bien armados" y fuera capaz de infligir tanto daño al mundo.

Sin embargo, en el momento en que Gran Bretaña y Francia podrían haber evitado el horrendo daño causado por la Alemania nazi, no había forma de que supieran el alcance de lo que Adolf Hitler haría.

"Señor presidente, una vez más nos encontramos ante un punto decisivo. Y usted es quien decide".

Sí, Hitler escribió el Mein Kampf, pero muchos aspirantes a conquistadores no cumplen sus amenazas. (Recordemos la amenaza del premier de la Unión Soviética, Nikita Jruschov, de "enterrar" a Estados Unidos para, en realidad, echarse atrás en una confrontación nuclear por Cuba).

No había forma de predecir, con algún grado de certeza, que Hitler convertiría su retórica beligerante en invasiones militares de Europa y luego la Unión Soviética, y, en última instancia, en el Holocausto. Era, como siempre, una cuestión de probabilidad de costo y beneficio. Este fue un clásico caso de falso negativo: predecir implícitamente que Hitler no haría lo que, de hecho, hizo, y, por tanto, no tomar medidas para evitarlo. 

Si Francia y Gran Bretaña hubieran predicho correctamente el daño real de Hitler, habrían, con toda seguridad, emprendido acciones militares preventivas. Incluso si el costo era elevado, no hubiera sido, ni de lejos, tan caro como la ausencia de la prevención.

Pero la historia no permite predecir el futuro. Si hubieran lanzado dicho ataque en la década de 1930, provocado la muerte de, digamos, 15.000 soldados y civiles británicos y franceses, los líderes de esa campaña militar habrían sido condenados como belicistas, pues nadie sabría cuántas muertes evitaron con el sacrificio de esas 15.000 vidas. La ignorancia del futuro hipotético es a menudo la razón por la que no se actúa en el presente. Tal es el dilema de no emprender una acción militar preventiva.

Sr. Presidente, una vez más nos encontramos ante un punto decisivo. Y usted es quien decide. Le instamos a hacer lo correcto: tome las medidas necesarias para asegurar, con certeza absoluta, que Irán nunca obtendrá un arsenal nuclear. Incluso si la única solución acaba siendo una acción militar.

Alan M. Dershowitz es profesor emérito de Derecho de la Cátedra Felix Frankfurter en la Facultad de Derecho de Harvard y autor de 'The Price of Principles: Why Integrity Is Worth Its Consequences'. Es becario de la Jack Roth Charitable Foundation en el Instituto Gatestone y presenta el podcast 'The Dershow'.

Andrew Stein es un político del Partido Demócrata que fue presidente del Consejo Municipal de Nueva York y del borough de Manhattan.

© Gatestone Institute

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