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Pogromo en los Países Bajos de 2024: crónica de un ataque anunciado

La brutal agresión a israelíes en Ámsterdam es una demostración más de que la historia se repite en Europa. El islamismo sigue devorándose al continente con el apalancamiento de la izquierda radical, y quien crea que en la mira están solo los judíos, se equivoca.

Protesta pro-Hamás en Ámsterdam, Países BajosRamon van Flymen / AFP

El pogromo que se llevó a cabo recientemente en Ámsterdam, Países Bajos, contra aficionados israelíes del Maccabi Tel Aviv, tras el partido de su club contra el Ajax por la fase de grupos de la UEFA Europa League, ha generado gran indignación, pero lo cierto es que no sorprende.

El aumento del antisemitismo en Europa es una consecuencia directa de la inmigración descontrolada de personas provenientes de países del Medio Oriente y de una izquierda cada vez más radicalizada, que se niega a aceptar que sus actuales aliados islamistas los están usando para luego ir a por ellos también, ya que su odio por los judíos no es mayor al que sienten por Occidente en general o el wokismo. Pero van de un paso a la vez.

La tolerancia con el intolerante deriva en que en la Europa de 2024, especialmente en el sector occidental y en Escandinavia, empiece a sentirse un aroma a la Europa de 1938, pero esta vez con la excusa del antisionismo o el Free Palestine.

El hecho de que se recomiende en muchos lugares de Europa no deambular mostrando la identidad judía amerita un replanteamiento de las políticas que se han estado implementando en el Viejo Continente, es decir, las autoridades deben reconocer que hicieron todo mal y cambiar drásticamente de rumbo.

El preocupante aumento del antisemitismo en los Países Bajos

Las persecución a los judíos en los Países Bajos llegó incluso a la Knéset (el Parlamento israelí), cuando la Dra. Raheli Baratz, jefa del Departamento de Lucha contra el Antisemitismo y Resiliencia Comunitaria de la Organización Sionista Mundial, presentó en noviembre de 2023 un informe ante el órgano legislativo de Israel, en el que reveló que los incidentes antisemitas en el país europeo habían aumentado un 813% respecto de 2022.

El periódico israelí Ynet señaló que en los últimos meses se han reportado varios incidentes antisemitas graves en Países bajos, que incluyeron la profanación de una sinagoga en Midelburgo en febrero del corriente año, el lanzamiento de un objeto en llamas contra la embajada israelí en La Haya en marzo, el ataque a un rabino ortodoxo en un centro comercial de Utrecht en abril, como así también el acoso a ciudadanos israelíes en el aeropuerto de Schiphol y la profanación del sitio conmemorativo en el campo de concentración nazi de Westerbork ese mismo mes. 

Otro caso fue el de una mujer judía en Ámsterdam, que fue acosada y atacada en marzo pasado por tres mujeres debido a que su hija forma parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Los datos personales de la ciudadana fueron divulgados por un grupo de violentos, lo cual representa una violación de las leyes neerlandesas. Sin embargo, la respuesta legal a este accionar fue débil.

Sin embargo, en lugar de repudiar los hechos y mostrar solidaridad con los judíos locales y los israelíes, la respuesta en las instituciones académicas de Países Bajos fue en sentido contrario.

La Real Academia de Arte y Ciencias y la Universidad Erasmo de Róterdam rompieron lazos con instituciones israelíes y las clases sobre el Holocausto fueron canceladas en las instituciones académicas de Países Bajos. 

Ynet reveló además que en los campus universitarios del país europeo se han registrado casos de violencia grave contra estudiantes judíos y simpatizantes de Israel, como agresiones con palos de madera y sillas, entre otras. 

Estos ataques seguramente son una consecuencia del antisemitismo promovido por la organización Estudiantes por la Justicia en Palestina

La actitud cobarde de las instituciones académicas, que consideran que sometiéndose a los caprichos violentos de un grupo de salvajes lograrán prevenir ataques, es justamente el problema. La guerra que Israel está llevando a cabo contra el terrorismo en varios frentes demuestra que la solución pasa por enfrentarlos, no arrodillarse ante ellos. De lo contrario, el Estado judío habría desaparecido en un instante.

El antisemitismo se está “volviendo la norma” en los Países Bajos

El rabino jefe de los Países Bajos Binyomin Jacobs manifestó que los recientes graves episodios de violencia antisemita constituyen el estallido de algo que ya venía gestándose. Y agregó que desde el 7 de Octubre el antisemitismo ha aumentado sin cesar en el país y que ya se está “volviendo la norma”.   

“Cuando camino por la calle, ya es normal que me griten ‘liberen Palestina’. Todo el problema comienza aquí con la educación: los niños locales crecen desde una edad temprana creyendo que los judíos son un problema. ¿Sorprende que el antisemitismo siga creciendo?”, concluyó el rabino Jacobs.

En la mira no están solo los judíos

Los Países Bajos, al igual que otras naciones de Europa como Francia, Suecia, el Reino Unido, Bélgica, España, Alemania, entre otras, ha permitido que el cáncer islamista, apuntalado por la izquierda radical, se expanda, destruyendo poco a poco su cultura, sus costumbres y la libertad de la que solía gozar y por la que tanta sangre se derramó.

Sin embargo, la historia se repite en Europa, y quien crea que en la mira están solo los judíos, se equivoca. El Viejo Continente tiene dos alternativas: seguir por el cobarde camino que lleva al suicidio lento y doloroso, o bien cambiar abrupta y drásticamente de rumbo. Las mayorías silenciosas han comenzado a hablar con su voto; no es tiempo de retroceder y postergar el problema, ya que la historia ha demostrado que eso sólo lo agrava; es momento de pisar el acelerador.

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