PODCAST: No, no existe el privilegio blanco
¿Por qué se vuelve a hablar de una cosa tan falsaria como la raza? Porque sirve para sostener una de las ideas más nefastas del momento: el concepto de que existe un “privilegio blanco”.
En febrero se celebra en EEUU, y en algunas otras partes del mundo, el Mes de la Historia Negra, celebración que fue oficialmente reconocida en 1976 por el presidente Gerald Ford. Cada año, en el mes de febrero, se enumeran las contribuciones de los afroamericanos a la historia de los Estados Unidos, y es el mes que la izquierda usa para acusar a los estadounidenses blancos aduciendo que la esclavitud es el "pecado original" de Estados Unidos, razón por la que condenan al país y a sus fundadores.
La celebración omite el hecho de que la esclavitud fue una afrenta que vivieron los humanos de todos los colores por siglos y que el comercio triangular de esclavos no fue la única industria que comerciaba con personas. Omite que, además de dicho comercio, participaban activamente élites negras de África, del mismo modo que participaban quienes usaban esclavos para el trabajo en las plantaciones de América. La historia de la esclavitud es prolongada e infame, sus víctimas fueron gentes de todos los continentes y tonos de piel, y sus victimarios también estaban en todos los continentes y lucían muchos tonos, además de ser de muchas culturas. Actualmente, no quedan ni víctimas ni victimarios del comercio triangular de esclavos, pero este dato de la realidad no le sirve a la izquierda identitaria que necesita perpetuar la narrativa de la opresión para seguir existiendo.
Siglos de civilización y evolución lograron dos cosas fundamentales. Que todos los humanos fuéramos iguales ante la ley y que nos reconociéramos como individuos cada uno distinto de los demás. Estos dos factores nos hacen a todos iguales en lo diverso, justamente porque sabemos que no hay dos personas iguales y que, por tanto, no somos manada. Curiosamente, una forma de volver a tratarnos como manada es volver al ridículo concepto de raza y a agrupar a las personas por colores. ¿Por qué se vuelve a hablar de una cosa tan falsaria como la raza? Porque sirve para sostener una de las ideas más nefastas del momento: el concepto de que existe un “privilegio blanco”; se trata de una acusación que representa un renacer del racismo como criterio moral, social, histórico, una simplificación abyecta e infantil.
La justicia, lo justo, es considerar a las personas como individuos y no juzgarlos por su pertenencia a un colectivo. Decir que una persona es buena o mala por ser parte de un grupo es racismo y es racista demonizar a un grupo. El racismo contra los blancos es ahora la norma, y decir que existe un privilegio blanco es racista. Existen miles de ejemplos donde la discriminación contra los blancos no sólo se permite, sino que se fomenta. La teoría crítica de la raza y la interseccionalidad conducen inevitablemente a una sociedad fracturada. La solución es demoler por completo las ideas perniciosas como la "Teoría Crítica de la Raza" y el "privilegio blanco". La discriminación positiva sólo reproduce la discriminación, lisa y llana.