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ANÁLISIS

El régimen de Cuba imputa a un reconocido exministro por espionaje y delitos económicos

El exfuncionario cubano Alejandro Gil enfrentará un juicio por delitos graves como lavado de activos y malversación, según la oficialidad. La Fiscalía solicitó penas de prisión y avanzó el caso a una instancia judicial.

(ARCHIVO) Exministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil

(ARCHIVO) Exministro de Economía de Cuba, Alejandro GilAFP

Diane Hernández
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El exministro de Economía del régimen de Cuba, Alejandro Gil, fue imputado por espionaje y varios delitos económicos, entre ellos corrupción, malversación y evasión fiscal, según informó este viernes la Fiscalía General del país caribeño. 

Gil, de 61 años, fue destituido en febrero de 2024 en medio de una profunda crisis económica, tras el anuncio del aumento del precio del combustible en la isla. Poco después, las autoridades comunicaron que se encontraba bajo investigación por "graves errores" en su gestión.

De acuerdo con el comunicado oficial, además de espionaje, al exministro y a otros acusados -cuyas identidades no fueron reveladas- se les atribuyen delitos de malversación, cohecho, falsificación de documentos públicos, evasión fiscal, tráfico de influencias, lavado de activos, así como infracciones relacionadas con documentos clasificados. 

También deberá responder a "la sustracción y daño de documentos u otros objetos en custodia oficial", confirmaron los medios del régimen, sin ofrecer más detalles que la escueta nota. 

La Fiscalía precisó que se solicitaron penas de prisión "en correspondencia con los hechos cometidos", aunque no se informó una fecha para el juicio. Tampoco se identificó a un posible beneficiario de las presuntas actividades de espionaje.

Alejandro Gil ocupó entre 2019 y 2024 el cargo de vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, bajo el mandato del dictador Miguel Díaz-Canel.

El escándalo de Gil, otro fracaso 'económico' en la isla

En marzo de 2024, el régimen cubano abrió una investigación contra Alejandro Gil Fernández, por "graves errores" en su gestión -alegaron. Gil fue destituido un mes antes y renunció al Partido Comunista de Cuba (PCC) -órgano ideológico del castrismo- y a su escaño en la Asamblea Nacional tras reconocer públicamente las "graves imputaciones".

La caída de Gil ocurrió tras un año crítico para la economía cubana, marcado por escasez de alimentos y combustibles, apagones y deterioro de los servicios públicos.

En diciembre de 2023, el propio Gil reconoció ante el Parlamento que no se cumplieron las metas productivas y que varios sectores registraron caídas respecto a 2022. También admitió el fracaso de la "Tarea Ordenamiento", una de las principales reformas económicas del régimen para tratar de sobrevivir, y de mayor presión sobre la población.

¿Qué significa la imputación de Alejandro Gil para el régimen cubano?

La imputación de Alejandro Gil marca un nuevo capítulo en la estrategia del régimen cubano de proyectar una imagen de "lucha contra la corrupción" dentro de sus propias estructuras. No obstante, la falta de transparencia, la ausencia de información pública sobre el proceso y la selectividad con que se aplican las sanciones alimentan el escepticismo sobre las verdaderas intenciones de la dictadura. 

El caso de Gil, quien ocupó uno de los cargos económicos más altos del país, refleja la magnitud de las tensiones internas en el aparato estatal. Su imputación por espionaje y delitos económicos no solo expone los conflictos de poder dentro del régimen, sino que también sirve como advertencia política en un contexto de crisis económica y creciente descontento social.

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