20 años del tsunami en el océano Índico: el fenómeno que arrasó 14 países en 10 minutos
Un terremoto originado en el fondo marino de la costa oeste de Indonesia provocó una de las mayores catástrofes naturales más letales que se recuerdan -más de 220.000 muertos-.
El 26 de diciembre de 2004, la fuerza de la naturaleza causó uno de los mayores desastres que se han producido en la historia. Un terremoto de magnitud 9,1 -según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS)- originado en el fondo marino de la costa oeste de Indonesia, próximo a la isla de Sumatra, provocó un tsunami en el océano Índico que arrasó con todo lo que se cruzaba a su paso, afectando, en total, a catorce países y dejando un balance de más de 220.000 muertos y decenas de miles de heridos y desaparecidos.
Las olas -que sobrepasaron los 100 pies de altura (30 metros)- producidas por el tsunami avanzaron a tal velocidad -500 millas por hora (800 km/h) - que alcanzaron la costa este de África en menos de 10 minutos. Entre el origen del terremoto y Somalia (primer país africano afectado) hay una distancia de unas 3.800 millas (6.150 kilómetros).
Al margen de su letalidad, el tsunami provocó millones de desperfectos en infraestructuras en el territorio de los trece países a los que llegó. Sri Lanka, India y Tailandia fueron los más afectados, después de Indonesia.
Las autoridades calcularon que más de la mitad de los muertos (unos 130.000 confirmados) se produjeron en Indonesia, mientras que en Sri Lanka alrededor de 35.000 personas perdieron la vida. En India, Tailandia, Somalia, Myanmar, Maldivas, Malasia, Tanzania, Seychelles, Bangladés, Sudáfrica, Yemen y Kenia también se registraron víctimas mortales como consecuencia del tsunami.
Rápidamente, la comunidad internacional y numerosas organizaciones no gubernamentales activaron sus protocolos para enviar ayuda de todo tipo -material sanitario, efectivos de servicios de emergencias y voluntarios, comida, agua, ropa, ...- a los países afectados, principalmente a Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia.
Aquel terremoto y posterior tsunami hizo que los sistemas de alerta por catástrofes naturales evolucionasen y mejorasen, con el objetivo de evitar que se produzcan elevadas cifras de víctimas mortales y de desperfectos en inmuebles.
Ceremonias de recuerdo a las víctimas
Han pasado dos décadas y, como cada año, los países afectados celebran ceremonias para recordar a todas aquellas personas que perdieron la vida. Unas ceremonias de diverso culto religioso, ya que el tsunami afectó a musulmanes, católicos, hindúes, ...
El terremoto y posterior tsunami en el océano Índico fue trasladado al cine. El director español Juan Antonio Bayona relató la catástrofe a través de su película Lo imposible (2012), protagonizada por Naomi Watts, Ewan McGregor y Tom Holland.