Trudeau reconoce errores en su política migratoria y anuncia restricciones a nuevas llegadas

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, reconoció errores en la política de puertas abiertas de su país y anunció restricciones para los próximos años. Hasta 2027, el país reducirá progresivamente en torno a un 20% los cupos para las personas a las que se les concederán los permisos de residencia temporales y permanentes e imponiendo nuevas limitaciones a los empleadores que busquen trabajadores temporales.

Fiel a su estilo de estrella mediática, Trudeau hizo el anuncio en sus redes sociales mediante un vídeo de unos siete minutos para exponer las novedades y tratar de justificar el por qué de las restricciones. Tras una pequeña autoinculpación por ser demasiados lentos en reaccionar, el primer ministro canadiense pronto pasó a acusar a "malos actores" de abusar de la buena intención del Ejecutivo y provocar la situación actual.

Un crecimiento por la inmigración semejante a un "baby boom" en dos años

Trudeau comienza el vídeo diciendo que la población de Canadá ha crecido demasiado rápido en los últimos dos años -el equivalente a un "baby boom", según sus palabras-, haciendo que se alcancen los 41 millones de residentes, por lo que es necesario un giro radical en los próximos años: "Vamos a reducir el número de inmigrantes que vendrán a Canadá en los próximos tres años".

Rápidamente Trudeau pasó a acusar a "malos actores", como "universidades fake y grandes cadenas corporativas" de aprovecharse del sistema de inmigración canadiense en su propio interés, lo que obliga a su Ejecutivo a este gran cambio de rumbo en una de sus principales claves políticas.

"Demasiados institutos y universidades utilizaban a los estudiantes internacionales para elevar su cuenta de resultados, ya que podían cobrar a estos estudiantes decenas de miles de dólares más por la misma titulación. Hay actores realmente malos que explotan directamente a la gente, que se dirigen a inmigrantes vulnerables con promesas de puestos de trabajo, diplomas y vías fáciles hacia la ciudadanía -promesas que nunca se harían realidad."

De 500.000 a 365.000 permisos de residencia permanente entre 2025-2027

El primer ministro anunció que, frente a los 500.000 nuevos residentes anuales permitidos ahora mismo, en 2025, el objetivo será de 395.000, 380.000 en 2026 y 365.000 en 2027. El primer ministro se mostró convencido de que con estas medidas y "entre la cantidad de gente que viene y la que va, pondremos en pausa el crecimiento de la población durante los próximos dos años, y luego, a partir de 2027, se equilibrará y volverá a aumentar lentamente a un ritmo sostenible".

Según Trudeau, su Ejecutivo erró al no reaccionar rápido viendo cómo se les iba de las manos la situación, que ha acabado generando un grave descontento en la población -en apenas los canadienses que piensan que el número de inmigrantes es demasiado alto ha pasado del 33 al 58%-. Sin embargo, el mandatario volvió a insistir en que los inmigrantes son necesarios tanto para la economía nacional como para mantener la tasa de población, que llegaría a crecimiento cero en 20 años sin ellos.

"Cada sector tiene deseos y necesidades diferentes en materia de inmigración. Pero tras la pandemia, todos acudieron a nosotros con el mismo mensaje: 'Después de dos años de fronteras cerradas, necesitamos más gente, más trabajadores, rápido'. Así que trajimos más trabajadores. Fue la decisión correcta. Y funcionó. Nuestra economía creció... y lo que es más importante, a pesar de las predicciones de muchos economistas, evitamos el peor de los escenarios: una recesión".