Se agrava la crisis energética en Cuba con apagones simultáneos en casi la mitad del país
La escasez de combustible y el deterioro de las termoeléctricas agravan la incapacidad para cubrir la demanda de electricidad.
La crisis energética en Cuba se agrava con apagones que afectaran al 44% del territorio nacional, según el informe más reciente de la Unión Eléctrica (UNE). La falta de combustible y las constantes fallas en las centrales termoeléctricas, afectadas por el deterioro y la falta de inversión, dificultan aún más la cobertura de la demanda eléctrica.
Apagones simultáneos
La UNE prevé una capacidad máxima de generación de 1.760 MW para la tarde-noche, frente a una demanda estimada de 3.020 MW. Esto deja un déficit de 1.260 MW y obliga a cortes programados en amplias zonas del país. La situación se vuelve crítica, superando incluso los niveles registrados antes del apagón general de la semana pasada, causado por el paso del huracán Rafael.
Infraestructura obsoleta y escasez de combustible
Cuba depende en gran medida de centrales termoeléctricas antiguas, muchas de las cuales presentan problemas graves. De las 20 unidades generadoras, seis están fuera de servicio. El deterioro de estas plantas, junto con la escasez de combustible, impide que el sistema cubra las necesidades de energía. Expertos señalan que la falta de mantenimiento y de inversiones ha debilitado el sistema eléctrico, haciéndolo vulnerable a constantes interrupciones.
Coste económico y social de los apagones
La crisis eléctrica tiene un impacto económico severo. El país reportó una contracción del 1,9%, influenciada por la paralización de la producción industrial y los servicios públicos. La falta de electricidad afecta al transporte, a las fábricas y a oficinas, profundizando la crisis económica. Además, el malestar social crece, con protestas que se intensifican en varias ciudades, como las recientes manifestaciones en Santiago de Cuba, que recuerdan a las del 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles en las mayores protestas en décadas.
La crisis energética en Cuba es un problema recurrente que afecta gravemente la vida diaria de sus ciudadanos. Durante las últimas semanas, la tasa de déficit en el suministro eléctrico se ha mantenido alrededor del 50%, lo que significa que, en promedio, cinco de cada diez bombillos permanecen apagados simultáneamente en la isla, afectando a miles de hogares y negocios.