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El Reino Unido cede ante el avance del colonialismo chino en el Océano Índico

La Administración del laborista Keir Starmer ha sido blanco de críticas en el Reino Unido y Estados Unidos por ceder el estratégico archipiélago de Chagos a Mauricio, un estrecho aliado de Pekín.

Keir Starmer, primer ministro del Reino UnidoAndy Buchanan / Pool / AFP

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El Gobierno laborista del Reino Unido, encabezado por el primer ministro Keir Starmer, anunció a principios de octubre que, tras dos años de conversaciones, alcanzó un acuerdo con Mauricio para traspasar la soberanía sobre el archipiélago de Chagos, el último territorio británico en África.

Mauricio ha estado reclamando el archipiélago, que incluye 60 islas y tiene una población de alrededor de 3.000 habitantes, desde que se independizó del Reino Unido en 1968.

Se trata de un archipiélago con una ubicación estratégica en medio del Océano Índico, a unos 3.000 kilómetros al este de África.

Chagos quedará bajo la soberanía de MauricioLise Klennemann, Valentina Breschiafp / AFP

Como parte del acuerdo, Mauricio aceptó que la isla Diego García, donde hay una base militar británica y estadounidense, siga bajo soberanía del Reino Unido por un período de 99 años, debido a que tal como señalaron los británicos, desempeña un papel vital en la seguridad regional y mundial.

El acuerdo fue influenciado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ya que hace cinco años dictaminó que el Reino Unido debía renunciar a su control sobre el archipiélago. Los jueces también señalaron que los británicos habían obligado a los residentes locales a abandonar sus hogares. 

¿El Reino Unido cedió poder a China?

El acuerdo ha generado fuertes críticas en el Reino Unido, ya que muchos consideran que se trata de una demostración de debilidad a nivel geopolítico, sobre todo debido a que Mauricio es un estrecho aliado de China.

El parlamentario británico Tom Tugendhat, quien aspira a liderar el Partido Conservador, advirtió que la cesión del archipiélago a Mauricio abre la posibilidad de que China logre establecer una presencia militar en el Océano Índico. 

El periodista Charles Moore también apuntó contra el acuerdo en un artículo publicado en The Telegraph.

El autor sostuvo que la decisión constituye una de varias causas extranjeras que atraen a Jeremy Corbyn, el izquierdista radical que lideró el Partido Laborista entre 2015 y 2019, ya que bajo su principio general, en cualquier disputa internacional, los intereses de Gran Bretaña y Estados Unidos deben ser siempre opuestos.

Moore manifestó su sorpresa y decepción con el primer ministro británico, ya que en un principio, indicó, había rechazado firmemente las obsesiones del corbynismo. De hecho, en octubre de 2023, después de las atrocidades de Hamás del 7 de Octubre, Moore recordó que Starmer se apresuró a respaldar el derecho de Israel a la autodefensa, con la intención de aplastar las calumnias de los islamistas y la extrema izquierda sobre el genocidio israelí.

Moore remarcó que ante el surgimiento de un poderoso eje del mal, compuesto principalmente por China, Rusia, Irán y Corea del Norte, que ve sus intereses en conflicto con Occidente, por lo que actúa en conjunto contra él, es necesario hacer lo posible para contrarrestarlo.

Sin embargo, Moore señaló que el Gobierno británico ha cedido ante un país aliado de una potencia como China, la cual, según afirmó el ex secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo en una entrevista que le realizó el periodista, está ejecutando la operación de influencia más profunda en la historia de la civilización, amplificada enormemente por la tecnología, la cual incluye hablar con los jóvenes a través de TikTok, intentar afectar los resultados electorales, espiar a los Gobiernos estatales de EEUU, penetrar en las universidades, robar propiedad intelectual, espiar y controlar a los estudiantes chinos en Occidente e insertar vigilancia en vehículos eléctricos.

Moore añadió que mientras el Reino Unido ha olvidado la importancia geopolítica de las rutas marítimas, los puertos profundos y de los canales adecuados de un mar a otro, China la ha aprendido. Así lo demuestra su estrategia de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional, llamada Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Moore advirtió que el Reino Unido puede pensar que tiene poco uso para Mauricio y el archipiélago Chagos, pero China entiende bien el punto de tener puestos de avanzada en todo el océano.

El autor señaló que Occidente, a pesar de tener una mayor prosperidad, tecnología y arsenales potenciales, parece extrañamente reacio a medir las realidades del poder. Y remarcó que su vacilación rara vez detiene la violencia. 

“¿Por qué apoyamos a Israel o Ucrania, pero luego nos lamentamos cuando ambos, luchando batallas existenciales, quieren hacer lo que necesitan para ganar?”, preguntó el autor.

El Gobierno británico es “el único adolescente que todavía cree en Santa Claus”

El periodista Sam Bidwell también escribió un artículo crítico en The Telegraph.

El autor sostuvo que a pesar del arrendamiento de 99 años de la base militar en la isla Diego García, con suficiente presión de Pekín, puede que no pase mucho tiempo antes de que allí haya buques navales chinos

Independientemente de lo que diga el acuerdo, los británicos están dejando un puesto militar importante vulnerable ante un competidor geopolítico, advirtió Bidwell.

El autor sostuvo que la decisión del Gobierno probablemente se deba más a un fracaso completo en comprender el propósito de la política exterior. Y agregó que su país es tal vez el único en el mundo que todavía cree en un orden internacional basado en reglas, lo cual, indicó, es "un poco como ser el único adolescente que todavía cree en Santa Claus”.

Bidwell también afirmó que en lugar de asegurar los intereses del país en el extranjero, los Gobiernos sucesivos han utilizado la política exterior como una herramienta para impresionar a la izquierda

Y concluyó que los conceptos nebulosos como el prestigio internacional representan un riesgo muy real para los intereses de seguridad del Reino Unido en el extranjero.

Críticas al acuerdo en Estados Unidos

Las críticas también llegaron desde Estados Unidos, donde el senador republicano Marco Rubio advirtió que el acuerdo brindará a China la oportunidad de recolectar información valiosa sobre la instalación naval estadounidense. 

Otro senador republicano que arremetió contra la decisión del Gobierno laborista del Reino Unido fue Jim Risch, quien señaló que el acuerdo cede ante la presión del Tribunal Internacional de Justicia, en detrimento de los intereses de Estados Unidos y el país europeo. 

Risch sostuvo que Estados Unidos y sus aliados deben tener una política a largo plazo respecto de las decisiones que afectan su competencia estratégica con China. 

La estrecha relación entre China y Mauricio

Como se mencionó, el archipiélago de Chagos está situado en un lugar estratégico. Se trata de una ruta por la que pasa la mayor parte de las exportaciones chinas a Europa, y el acuerdo se firmó tres años después de que el Gobierno de Mauricio sellara un tratado de libre comercio con China.

Ahora, Mauricio tendrá la autoridad sobre la entrada de barcos en la región, y el temor es que Pekín los disfrace de embarcaciones pesqueras para recopilar información de inteligencia.

A diferencia de Chagos, en Mauricio ya hay una destacada presencia china. Una empresa del país asiático construyó la terminal principal del aeropuerto Sir Seewoosagur Ramgoolam en la nación africana -una obra finalizada en 2013-. Además, la sede de la corporación de radiodifusión pública y una presa también fueron construidas por compañías chinas. 

Asimismo, en diciembre pasado, Mauricio y China cerraron un acuerdo de intercambio de divisas por un valor de 281,000,000 de dólares.

En los próximos años, se espera que la presencia china en Mauricio se profundice, especialmente en el sector energético. 

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