Filipinas y China cruzan acusaciones mientras escala la tensión en el Mar de China
Estados Unidos, que respalda a Filipinas, acusó al Partido Comunista Chino de cometer actos inseguros, ilegales y agresivos contra su aliado.
Horas de tensión en el Mar de China Meridional. O en el Mar de Filipinas Occidental, según a quién se le pregunte. Tras un mes de escalada en aguas reclamadas por Filipinas y China, en las últimas horas se han registrado incidentes que ambos países señalan como una provocación propiciada por el otro.
Este lunes, el Partido Comunista Chino aseguró que había tomado "medidas de control" contra dos barcos de la guardia costera filipina a los que acusó de "entrar ilegalmente en aguas próximas a Xianbin Jiao" (como llama al atolón Sabina, llamado "Escoda" por Filipinas y también reclamado como propio por Taiwán y Vietnam). Las dos embarcaciones se acercaron "peligrosamente", "incitando a la exaltación", a embarcaciones de la Guardia Costera de China. Entonces, "los guardacostas chinos tomaron medidas de control contra los barcos filipinos de acuerdo con la ley".
La versión de Filipinas, aliado de Estados Unidos, es muy distinta: sus buques se encontraban camino a entregar provisiones a otro barco en el atolón Sabina cuando debieron dar la vuelta debido a condiciones marítimas peligrosas y la "excesiva" cantidad de buques chinos desplegados en la zona, según declaró un portavoz de la Marina filipina a AFP. "Estábamos encajonados, rodeados y nos resultaba difícil avanzar", afirmó el vocero, que enumeró la presencia del adversario en seis barcos de la guardia costera, tres de la marina y otros 31 no identificados.
El sábado, Manila culpó a China de lanzar bengalas contra uno de sus aviones que se encontraba patrullando el disputado mar. Un día después, Beijing afirmó que un buque filipino había embestido a uno de los suyos. Manila rechazó las acusaciones: "(Están) completamente infundadas". El mismo día, un grupo de trabajo filipino dedicado a monitorear la zona aseguró que ocho buques marítimos chinos embistieron, sonaron bocinas y desplegaron cañones de agua contra un buque de una de sus agencias públicas que se encontraba en una "operación humanitaria".
Este lunes, el Consejo Marítimo Nacional de Manila continúo las incriminaciones: "El Gobierno filipino deplora las repetidas acciones agresivas, poco profesionales e ilegales desplegadas por las fuerzas marítimas chinas contra buques y aeronaves filipinas durante la semana pasada".
Washington respalda a Manila
La embajadora estadounidense en Filipinas, MaryKay Carlson, replicó las palabras de las autoridades filipinas: "La conducta insegura, ilegal y agresiva de China interrumpió una misión legal, poniendo vidas en peligro: la última de sus múltiples acciones peligrosas".
Estados Unidos primero estableció relaciones diplomáticas con Filipinas en 1946. La alianza incluye lazos de asistencia económica y militar, con el secretario de Estado Blinken describiendo como "férreo" el compromiso de Washington con la seguridad de su aliado.
"Estas vías fluviales son fundamentales para Filipinas, para su seguridad y su economía", dijo Blinken en su viaje al país insular, añadiendo que eran igual de importantes para Estados Unidos y el mundo.
En una reunión en la Casa Blanca con el presidente filipino, Ferdinand Marcos, Biden reiteró este compromiso con el tratado de defensa mutuo.
"Eso es poner el carro delante de los bueyes. Impidamos un ataque armado. Eso es lo más importante", dijo el secretario de defensa filipino, Gilberto Teodoro, cuando se le consultó si los últimos incidentes activarían las obligaciones de defensa de Estados Unidos en palabras recogidas por VOA. "Todo el mundo está demasiado centrado en el ataque armado, hagámonos lo bastante fuertes para que eso no ocurra".