Nicolás Maduro toca la puerta de la Casa Blanca. El dictador venezolano informó de que -supuestamente- iniciará conversaciones con el Gobierno de Joe Biden para buscar nuevos acuerdos. La decisión de Maduro se da faltando solo un mes para unos comicios presidenciales en los que, a pesar de la desventaja, los sondeos dan como triunfadora a la oposición venezolana, liderada por María Corina Machado. 

“Vamos a debatir y a buscar nuevos acuerdos para que se cumpla lo firmado en Catar, quiero diálogo, quiero entendimiento, quiero futuro para nuestras relaciones, quiero cambios, eso sí, bajo la soberanía absoluta y la independencia de Venezuela”, dijo Maduro en una transmisión en el canal del Estado Venezolana de Televisión. 

Según el socialista, el Gobierno de Joe Biden fue el que hizo la propuesta para tener la reunión. Sin embargo, la Casa Blanca no respondió a la solicitud de comentarios por parte de varios medios de comunicación. 

El anuncio de Maduro fue celebrado por el presidente socialista de Colombia, Gustavo Petro. "Excelente. Antes que nada, la dignidad del pueblo venezolano", escribió Petro en un mensaje publicado en la red social X. 

El Gobierno de Joe Biden le ha dado la mano varias veces a Nicolás Maduro,  acusado en la Corte Penal Internacional por la violación de derechos humanos en Venezuela. Funcionarios del Gobierno demócrata se reunieron a finales del año pasado en Catar, según recordó AFP. 

"Los detalles de las conversaciones no trascendieron, pero culminaron con un canje de presos: Estados Unidos liberó a Alex Saab, señalado de ser testaferro de Maduro, y Venezuela a 28 reos, 10 estadounidenses y 18 venezolanos", reseñó AFP. 

También se informó de reuniones en abril de este año.

Durante el Gobierno de Donald Trump, el régimen venezolano fue presionado para lograr un cambio político. La política exterior de Trump para impulsar la libertad de Venezuela fue más dura. Aumentó las sanciones contra los funcionarios del régimen chavista y las autoridades estadounidenses dieron pasos importantes para acusar formalmente de narcotráfico a varios miembros de la dictadura.

Las sanciones incluyeron el congelamiento de las cuentas y bienes de los funcionarios. Así como la prohibición de transacciones, confiscación de bienes, embargos de armas y prohibiciones de viaje. Estados Unidos también aplicó sanciones adicionales a las industrias del petróleo, el oro, la minería y la banca.

Sin embargo, con la llegada de Joe Biden al poder, la estrategia cambió. Los funcionarios demócratas han optado por promover diálogos con Maduro. Otro hecho que demostró el viraje de la política de Estados Unidos para atender la crisis de Venezuela fue la liberación de los dos sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro, detenidos en Estados Unidos por delitos de narcotráficos. A cambio, el dictador excarceló a siete estadounidenses, entre ellos cinco exejecutivos de Citgo, detenidos en Venezuela desde 2017.

Entre medios de estas negociaciones entre Joe Biden y Nicolás Maduro, millones de venezolanos esperan que los aliados de la democracia y la libertad en Venezuela promuevan un proceso electoral transparente y confiable en el que puedan expresar sus anhelos de cambio. Una media de sondeos realizada por el diario español El País muestra que el candidato de la oposición respaldado por María Corina Machado, Edmundo González Urrutia, vencería en unas elecciones presidenciales con garantías con una diferencia de al menos 30 puntos.