Estados Unidos protesta por la detención del líder opositor indio Arvind Kejriwal

Polémica en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la India después de que la Administración Biden asegurara seguir de cerca el proceso judicial abierto contra el líder opositor Arvind Kejriwal. El Departamento de Estado deseó este martes que el proceso se desarrollara con "justicia" y "legalidad".

Las declaraciones del Departamento de Estado se dieron después de que el líder opositor a Narendra Modi, que gira progresivamente hacia política pública más nacionalista, fuera arrestado el pasado jueves. La Justicia india sospecha que el líder opositor hace parte de un esquema de corrupción, algo que su partido, Aam Aadmi, rechaza por completo. Arvind Kejriwal es también el gobernador de Delhi.

"Alentamos un proceso legal justo, transparente y oportuno para el ministro jefe Kejriwal", dijo el portavoz del Departamento de Estado en respuesta a Reuters. El comentario del portavoz surgió poco después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán también hiciera declaraciones acerca de la detención de Kejriwal. Poco después, el Gobierno indio convocó a una reunión al encargado de misión diplomática de Alemania en Nueva Delhi, Georg Enzweiler.

"Consideramos que tales comentarios interfieren en nuestro proceso judicial y socavan la independencia de nuestro poder judicial", afirmó en un comunicado. "Las suposiciones tendenciosas hechas por este motivo están totalmente injustificadas", dijo un responsable de Exteriores indio en relación a los comentarios de Alemania.

Fue la misma respuesta que provocó Estados Unidos este miércoles. Medios de comunicación indios informaron que Gloria Berbena, diplomática de le Embajada estadounidense en Nueva Delhi, fue convocada a una reunión en el Ministerio de Asuntos Exteriores para abordar los comentarios del Departamento de Estado en cuanto a la detención de Kejriwal.

Seguido de esto, las autoridades indias publicaron un comunicado en el que objetaron de forma energética a las palabras del portavoz del Departamento de Estados. "En diplomacia, se espera que los Estados sean respetuosos con la soberanía y los asuntos internos de los demás. Esta responsabilidad es aún mayor en el caso de las democracias hermanas. De lo contrario, podría acabar sentando precedentes malsanos", afirma la declaración.