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Jeanine Áñez, tres años presa política del gobierno boliviano

Líderes y organismos internacionales han pedido la liberación de la expresidente y los más de 200 prisioneros políticos del régimen de Arce.

Imagen de archivo de la expresidenta interina de Bolivia Jeanine Anez (C) es llevada a la fiscalía por miembros de la Policía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) tras ser detenida en La Paz, el 13 de marzo de 2021.

(Jeanine Áñez / Luis Gandarillas - AFP)

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El día que se cumplieron tres años de su detención, la expresidente de Bolivia Jeanine Áñez escribió una carta "desde mi fría celda, en este injusto encierro". Lo hizo como pudo, de su puño y letra en unas hojitas de papel arrugadas. Áñez publicó este miércoles esta angustiosa carta donde repasa los tres años de encierro que cumple en el penal de Obrajes, en La Paz, por los procesos abiertos por la crisis de 2019.

La ex mandataria fue detenida en marzo de 2021, en Trinidad, cuando las autoridades enviadas por el evismo irrumpieron en su casa y la llevaron bajo acusaciones de varios delitos, entre ellos, usurpación de funciones y genocidio durante la sucesión de 2019 y por los hechos de Sacaba y Senkata, entre otros casos. Pese a su condición de ex presidente y ex senadora, fue procesada por la vía ordinaria, y no por un juicio de responsabilidad como establece la Constitución y la Ley 044.

Añez llegó a la presidencia luego de la eclosión de la crisis política desatada por Evo Morales que se desencadenó cuando el líder socialista se negó a acatar el resultado del referéndum que él mismo había convocado. Morales renunció a causa del estallido social en su contra, que dejó decenas de muertos en casi un mes de protestas callejeras después de unas elecciones que observadores internacionales tildaron de fraudulentas. Tras su huída del país se produjo una renuncia en estampida de la cadena presidencial. Añez, que era en ese momento senadora, asumió el cargo que constitucionalmente le correspondía por seguir en el orden de dicha cadena. Añez cumplió con la ley y asumió la responsabilidad ante el vacío de poder y convocó a una nueva elección nacional en la cual el partido de Morales retornó al poder con el actual mandatario Luis Arce como su presidente vicario, un modelo electoral que también usó Cristina Kirchner con Alberto Fernández.

En estos tres años Jeanine Áñez llegó a atentar contra su propia vida a causa del acoso y violencia que recibe su familia y del maltrato que ella misma recibe estando cautiverio.

Añez apuntó a Morales por propiciar la crisis de 2019: "Los delitos cometidos en 2019 son de total y exclusiva autoría intelectual y material de Evo Morales y la cúpula del gobierno del MAS", señaló. "Evo Morales es reo del incumplimiento del voto popular (…) es reo del fraude electoral del 20 de octubre de 2019 (…) es reo de la omisión de auxilio", agregó. Asimismo denunció que Morales "abandonó funciones y fugó del país" y que el actual mandatario Luis Arce es un "alter ego aumentado y corregido" de Morales, denunciando al mismo tiempo al Órgano Legislativo como un apéndice del Órgano Ejecutivo en manos del partido de Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS).

Actualmente enfrenta varias acusaciones, el Ministerio Público boliviano presentó una acusación por genocidio por la "violenta represión a los manifestantes que provocó las muertes durante la crisis política". Recientemente la Fiscalía de Bolivia ha retirado los cargos de sedición y conspiración contra ella por el caso conocido como Golpe de Estado I y el Ministerio Público la ha sobreseído debido a que no se han encontrado pruebas para sustentar una acusación por los delitos mencionados, si bien sigue imputada por terrorismo.

La situación de Áñez la han denunciado, a excepción de Evo Morales, los anteriores presidentes de Bolivia y muchos líderes y políticos iberoamericanos. El Foro Madrid, de la Fundación Disenso, denunció su reclusión y la atribuyó a la voluntad del Gobierno de Luis Arce de "ocultar el monumental fraude electoral que perpetró Evo Morales en el año 2019". Estas irregularidades fueron denunciadas también por la OEA y la Unión Europea. Hace poco más de un año, un grupo de senadores de Estados Unidos criticó la embestida del régimen de Luis Arce en Bolivia contra sus opositores políticos, tal es el caso de Áñez y del gobernador de la provincia de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y de los más de 200 presos políticos que hoy tiene el régimen boliviano. Dick Durbin, Bob Menendez, Bill Cassidy, Ben Cardin, Tim Kaine y Jim Risch firmaron una declaración conjunta en la que condenan las actuaciones de Arce y su partido, calificándolas de "mezquinas venganzas políticas en nombre de su predecesor (Evo Morales)".

En estos tres años Jeanine Áñez llegó a atentar contra su propia vida a causa del acoso y violencia que recibe su familia y del maltrato que ella misma recibe estando cautiverio, con supresión de luz solar, atención médica, contacto familiar y las condiciones mínimas que corresponden a la dignidad humana. En la carta, sin mencionar estos hechos, observa que paga el precio de este maltrato con su cuerpo, aunque destaca que "nunca, jamás podrán con mi libertad de pensamiento" y pide por sus derechos y la libertad que le arrebataron, además de exigir que se libere a los más de 250 presos políticos encerrados por Arce. "Hoy, soy prisionera, estoy secuestrada por este Gobierno", concluye.

Voz Media entrevista a Carolina Rivera Añez

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