En agosto, el juez del Tribunal Supremo Samuel Alito advirtió de que la hostilidad y la violencia contra la religión estaba aumentando. No le faltaba razón. En los últimos cuatro años, los ataques contra las iglesias se han intensificado. Según un informe de la organización cristiana sin ánimo de lucro Family Research Council (FRC) elaborado este mes, entre enero de 2018 y septiembre de 2022 se registraron 420 agresiones que engloban vandalismo, amenazas de bomba, incendios provocados o violencia con armas de fuego contra 397 templos cristianos diferentes en Estados Unidos.
La subdirectora del Centro para la Libertad Religiosa del FRC, Arielle Del Turco, señaló que el número de ataques producidos en 2022 supone casi el triple que los documentados en 2018. "En los primeros nueve meses de 2022 se registró más del doble de actos de hostilidad contra las iglesias que los ocurridos en todo 2018", escribió en el informe. Debido a este incremento, Del Turco condena la violencia y pide respeto para ejercer la libertad de culto, uno de los derechos fundamentales de los seres humanos:
Ante una violencia y una falta de respeto tan flagrantes contra las iglesias (y la religión en general), nuestra respuesta debe ser condenar estos actos y reafirmar el derecho de todas las personas a practicar su culto y vivir su fe libremente, incluida la libertad de vivir sin temor a ser el próximo objetivo de un ataque de este tipo.
The types of attacks included vandalism, arson, gun-related incidents, bomb threats, and more. There also appeared to be an increase in frequency over the course of the reporting period, between January 2018 and September 2022.
Report: https://t.co/CvL5E64T8b pic.twitter.com/AjiSPlkD69— Family Research Council (@FRCdc) December 19, 2022
Asaltos en 33 estados y en Washington D.C. en 2022
Durante los primeros nueve meses del año 2022, los vándalos actuaron en más de 130 iglesias de Washington D.C. y de 33 estados. En su dosier, el FRC apunta que en julio de este año se alcanzó el mayor número de ataques mensual -más de 30- en estos cuatro años y detalla varias de las acciones violentas producidas en templos cristianos:
El informe documenta un homicidio, numerosos incendios provocados, amenazas de bomba (reales y falsas) y una profanación generalizada de objetos sagrados. Los vándalos destrozaron cruces, estatuas y lápidas en los cementerios; destrozaron tallas de los Diez Mandamientos; prendieron fuego a un belén; y mancharon de heces una estatua de la Virgen María. Rompieron una Biblia y profanaron una bandera estadounidense en una iglesia metodista primitiva de Wilkes-Barre, Pennsylvania. La iglesia católica de la Asunción de la Santísima Virgen María de Denver sufrió dos tiroteos en agosto. Las ventanas rotas y las puertas pintadas con espray se han convertido en un fenómeno omnipresente. El número de agresiones alcanzó su punto álgido entre mayo y julio, pero se ha mantenido elevado en comparación con las cifras históricas, que suelen ser de un solo dígito
En el periodo comprendido entre enero de 2018 y septiembre de 2022, la violencia se ejerció contra las iglesias cristianas, unitarias-universalistas o mormonas de 45 estados y de la capital.
La muerte de George Floyd o el aborto, algunos de los motivos
Tras la muerte de George Floyd en mayo de 2020, la violencia y el vandalismo se incrementó en las calles y las iglesias fueron uno de los principales objetivos de los ataques., según describe Del Turco:
Al observar los actos de hostilidad registrados por mes desde 2018 hasta septiembre de 2022, es notable que un pico en los ataques a iglesias pareció seguir aumentos en la tensión política. Esto sucedió durante las protestas y disturbios concurrentes relacionados con la muerte de George Floyd en mayo de 2020 y tras la filtración de la decisión de Dobbs en mayo de 2022. En general, los actos de hostilidad tendieron al alza durante el período de cinco años del informe.
Después de que el Tribunal Supremo revocase la sentencia Roe vs. Wade, las asociaciones y colectivos proabortistas emprendieron su ira contra las iglesias. En los primeros nueve meses de 2022, se contabilizaron 57 ataques por este motivo, es decir, un "aumento del 1.140 por ciento en los últimos cuatro años".
Otros motivos, según indica el informe, son "el activismo radical pro-LGBTQ, el secularismo, el satanismo, el fundamentalismo islámico y el antiamericanismo también causaron estragos en las parroquias de todo el país".