Las huelgas y el temporal amenazan el Día de Acción de Gracias

En torno a 80 millones de personas viajarán por tierra, mar o aire esta semana por el feriado de Acción de Gracias. Es decir, alrededor de un 6% más que el pasado año. Pero todos ellos podrían toparse con diferentes obstáculos durante sus vacaciones debido a las tormentas y lluvias pronosticadas y a las huelgas convocadas en el sector del transporte en algunas ciudades del país.

Esas dificultades ya han comenzado a aparecer este lunes. Por ejemplo, el tráfico aéreo ha registrado más de 110 retrasos y cuatro cancelaciones, principalmente ocasionados por el temporal que azota ciertas localizaciones.

Varias de esas demoras -que también se han producido en la red ferroviaria- han afectado a los pasajeros que viajaban desde o hacia Boston (Massachusetts). Otras ciudades afectadas han sido Atlanta (Georgia) o Peoria (Illinois), estas como consecuencia del hielo.

El temporal también perjudicará a Nueva York. Las bajas temperaturas y las precipitaciones -que podrían ser, incluso, en forma de nieve- protagonizarán el desfile del Día de Acción de Gracias de Macy's, que se celebra este jueves. Otros estados de la costa este como Vermont, New Hampshire o Maine también se verán afectados.

Está previsto que cerca de 19 millones de personas utilicen el avión como método de transporte, tal y como dijo la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).

Huelgas y falta de personal

Pero la vía aérea no solo se topará con el problema del temporal. Empleados de servicio del Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas (Carolina del Norte) convocaron una huelga para demandar una subida salarial, paralizando su actividad en uno de los diez con mayor tránsito.

Al otro lado del país, en el Aeropuerto Internacional de Los Angeles (California), en torno a un centenar de empleados comenzaron a reclamar lo mismo, un aumento en su nómina y mejoras en las condiciones laborales.

A los parones se sumó la denuncia de la Administración Federal de Aviación (AAA) por la falta de controladores aéreos, lo que derivaría en una oleada de retrasos de los desplazamientos.