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La oscura historia que podría estar detrás del símbolo contra la guerra en Gaza, vestido con orgullo por varios artistas en los Oscars 2024

Si bien se presenta como un inocente pedido de alto el fuego en la región, el símbolo en cuestión estaría relacionado con el brutal linchamiento y descuartizamiento de dos soldados israelíes por parte de una violenta turba palestina en Ramalá en octubre de 2000.

US singer-songwriter Billie Eilish pose in the press room after wnning the Oscar for Best Original Song for ""What Was I Made For"" during the 96th Annual Academy Awards at the Dolby Theatre in Hollywood, California on March 10, 2024. (Photo by Robyn BECK / AFP)

El pasado domingo varias estrellas de Hollywood tuvieron ocasión de mostrar su consabida combinación de frivolidad woke e ignorancia supina en la gala número 96 de los Premios Oscar. Esta vez eligieron usar unos pines que mostraban una mano naranja con un corazón negro en su interior, rodeado por un círculo rojo. Los artistas, como Billie Eilish y Mark Ruffalo, llevaban los broches a pedido de la agrupación Artists4Ceasefire. El grupo que promueve esto tal vez no les explicó el nefasto significado que envuelve a esa imagen, pero la mano roja levantada de esa manera tiene una historia de antisemitismo atroz. Es el símbolo que festeja “El linchamiento de Ramallah”.

El 12 de octubre del 2000, dos soldados de reserva israelíes vestidos de civil, Yossi Avrahami y Vadim Nurzhitz, se dirigían a una ciudad cercana a Jerusalén pero no sabían bien el camino, se perdieron y tomaron un camino equivocado, así que terminaron en Ramallah. La policía de la Autoridad Palestina que los encontró perdidos no les indicó el camino sino que los detuvo y los llevó a una comisaría local mientras difundían la noticia de que había soldados israelíes en el edificio. De inmediato una multitud se reunió frente a la estación pidiendo la muerte de los israelíes. La turba logró superar a la policía y entrar en el edificio, aunque se supo más tarde que policías de la Autoridad Palestina incluso participaron en el linchamiento. Porque, en efecto, lo que siguió fue un linchamiento salvaje. La multitud golpeó y apuñaló a los israelíes, descuartizó a los hombres miembro por miembro y les sacó los ojos. La esposa de Avrahami lo llamó a su teléfono móvil y una voz desconocida contestó el teléfono: “Acabo de matar a su marido”.

La multitud que permanecía afuera aplaudía y vitoreaba, pidiendo disfrutar ellos también de la carnicería, así que desde la ventana arrojaron el cuerpo de uno de los soldados. La multitud siguió golpeando y pisoteando el cuerpo sin vida. El cuerpo del otro soldado fue quemado y colgado de una cuerda boca abajo. Luego arrastraron los dos cuerpos masacrados a la cercana plaza Al-Manara y empezaron las “celebraciones”. Mientras todo esto sucedía, un hombre estaba en la ventana incentivando a la multitud delirante que estaba abajo. Para invitarlos al linchamiento apoyó contra el vidrio de la ventana sus manos empapadas de la sangre de los soldados despedazados, para que todos lo vieran. Esa es la simbología del linchamiento de Ramallah, simbología que es enarbolada por el terrorismo propalestino. El hombre de la ventana era Aziz Salha y estos fueron sus testimonios cuando fue apresado:

“Estábamos locos por ver sangre. Entré en la habitación... Vi a un soldado israelí tirado en el suelo frente a la puerta”, dijo Aziz Salha. “Me acerqué a él y vi un cuchillo alojado en su espalda, cerca de su hombro derecho. Le quité el cuchillo y lo apuñalé por la espalda dos o tres veces... mientras otros en la habitación seguían pateándolo. Le puse una mano en la boca y la otra en el hombro para estrangularlo”.

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“Vi que mis manos estaban empapadas de sangre, al igual que mi camisa”, continuó Salha. “Así que me acerqué a la ventana y saludé con la mano a la gente que estaba en el patio”.

Los testimonios aparecieron por primera vez en el diario israelí Yedioth Ahronoth. Salha fue arrestado por Israel en 2001 y sentenciado a cadena perpetua, pero fue liberado en el acuerdo de intercambio de prisioneros de Gilad Shalit en 2011. Durante el linchamiento de los soldados, Salha fue filmado por un equipo de televisión italiano mostrando orgullosamente sus manos bañadas en sangre de los soldados, incitando a la masacre. Resulta imposible separar esa imagen de la que está plasmada en el símbolo que las estrellas de cine lucieron orgullosas este domingo. Mark Ruffalo, Billie Eilish, Ava DuVernay, Cate Blanchett, Ben Affleck, Jennifer Lopez, Bradley Cooper, America Ferrera y Ramy Youssef lucieron con orgullo el alfiler.

Como cada año, Hollywood se decanta por una cacería de brujas nueva. Este año, cuando todavía hay personas secuestradas por Hamas en la masacre del 7 de Octubre, piden por un cese el fuego que garantizaría que chacales como Aziz Salha quedaran impunes. No piden por la rendición del terrorismo, no les interesa, buscan la complacencia de las hordas antisemitas que justifican el terror en todo occidente. Por eso, es muy difícil creer en casualidades, inocencias, accidentes o excusas. Todo pareciera indicar que la nueva causa elegida por Hollywood es homenajear al “linchamiento de Ramallah”.

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