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Elecciones en Francia: ¿por qué muchos judíos votarán por el partido de Marine Le Pen?

La facción de la líder derechista es la única que se ha expresado con contundencia contra el antisemitismo y se ha puesto del lado de Israel como ninguna otra. La campaña del miedo contra Le Pen no está funcionando porque, aparentemente, la realidad conocida es mucho peor que la incertidumbre que puede producir su partido en el poder.

Protesta contra el antisemitismo en París, Francia, después de que una adolescente fuera presuntamente violada por ser judía.Zakaria ABDELKAFI / AFP

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Una gran cantidad de judíos franceses han expresado públicamente su voluntad de votar por el partido de derecha Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), liderado por Marine Le Pen, tras la victoria abrumadora de esta facción en las elecciones europeas, situación que derivó en que el presidente Emmanuel Macron disolviera el Parlamento (Asamblea Nacional) y llamara a comicios legislativos para el domingo 30 de junio y el 7 de julio, menos de tres semanas después de la dura derrota sufrida por su facción.

El hecho de que varios miembros de la comunidad judía hayan expresado su voluntad de votar por RN ha llamado la atención de algunos analistas debido a que Jean-Marie Le Pen, fundador de esa fuerza política y padre de la actual líder del partido, ha realizado repudiables expresiones antisemitas

El partido RN se perfila como favorito para alzarse con la victoria en las elecciones. Se estima que la facción derechista obtendrá poco más del 36% de los votos, en tanto que Renacimiento, la fuerza política de Macron, será apoyada por alrededor del 20% de los votantes, por lo que quedaría en un tercer lugar, ya que según las proyecciones, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular quedaría segunda con el 30% de los sufragios.

En un artículo publicado en Foreign Policy, el profesor Robert Zaretsky señaló que el Nuevo Frente Popular está formado principalmente por los partidos Francia Insumisa, el Partido Comunista Francés, los Ecologistas y el Partido Socialista.

Después de que la guerra estallara en Gaza en respuesta al ataque terrorista del 7 de Octubre, Danièle Obono, una parlamentaria de la facción de extrema izquierda Francia Insumisa describió a Hamás como un “movimiento de resistencia”, en tanto que Jean-Luc Mélenchon, líder del partido, se negó a describir la masacre de civiles israelíes como un acto de terrorismo.

Además, Mélenchon y su círculo cercano se negaron a participar en una marcha contra el antisemitismo, en la que sí participó Marine Le Pen. Si bien los dirigentes izquierdistas aseguraron que la presencia de la política derechista era el motivo de su decisión para no acudir al evento, el conflicto interno en la coalición izquierdista Nuevo Frente Popular fue inevitable.

Mélenchon también ha señalado que el antisemitismo en Francia es "residual", a pesar del significativo aumento de los incidentes antisemitas en el país. Y si bien después del presunto ataque contra una adolescente de 12 años, que fue violada por ser judía en un suburbio de París, Mélenchon manifestó su “horror” por lo sucedido y condenó el “racismo antisemita”, fue blanco de varias voces críticas que apuntaron contra él ya que consideraron que sus expresiones y silencios contribuyeron a la atmósfera social que derivó en este crimen.  

Entre esas voces críticas se encontraba la de Raphaël Glucksmann, un importante dirigente del Nuevo Frente Popular que es nieto de sionistas de izquierda y crítico del comunismo soviético. Glucksmann ha calificado el ataque de Hamás de terrorista, apoya a Ucrania en la guerra contra Rusia y es partidario de la solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí. Sin embargo, miembros de la comunidad judía lo han criticado por pertenecer a una coalición que consideran antisemita.

Zaretsky explicó en su artículo que la comunidad judía francesa tenía una justificada repulsión por el partido Frente Nacional -actualmente conocido como Agrupación Nacional- debido a que su fundador y exlíder Jean-Marie Le Pen era un abierto antisemita y negacionista del Holocausto. No obstante, desde que Marine heredó el liderazgo de la facción en 2011, no sólo le cambió el nombre, sino que también declaró al genocidio perpetrado por los nazis como el “summum de la barbarie" y purgó sus filas de sus elementos más vergonzosos, incluido su padre

Por otra parte, la perspectiva de un Gobierno del Nuevo Frente Popular dominado por Francia Indomable resultó en que, sorpresivamente, muchos miembros de la comunidad judía manifestaran su preferencia por Agrupación Nacional. De hecho, Serge Klarsfeld, el conocido cazador de nazis francés, sostuvo que la facción de Marine Le Pen había “evolucionado” y ahora “apoya a los judíos”, mientras que Francia Insumisa es un “partido decididamente antijudío”.

Asimismo, el intelectual judío francés Alain Finkielkraut, autor de El judío imaginario, entre otras reconocidas obras, confesó que para impedir la propagación del antisemitismo podría verse “obligado” a votar por RN.

El apoyo a Agrupación Nacional también ha llegado desde Israel. Amichai Chikli, el ministro israelí de Diáspora y Combate al Antisemitismo, agradeció a Le Pen en mayo del corriente año por su oposición a la decisión de la Corte Penal Internacional de equiparar al Estado judío, la única democracia en Medio Oriente, con el grupo terrorista Hamás. "La amistad se prueba con acciones, no con palabras. En nombre de muchos buenos ciudadanos de Israel, gracias Marine Le Pen", expresó el ministro.

El islamismo, una de las raíces del antisemitismo en Francia

La hostilidad hacia los judíos por parte de una gran cantidad de miembros de la comunidad musulmana en Francia, compuesta principalmente por inmigrantes o descendientes de inmigrantes de naciones del norte de África, es una de las principales preocupaciones de los judíos franceses, por lo que esto también podría explicar el apoyo de muchos miembros de esta colectividad a Le Pen, quien ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de actuar con firmeza contra los islamistas y de implementar medidas migratorias más duras.

Según un informe publicado en mayo por los medios israelíes Yediot Ahronot y Ynet y el periódico francés Le Parisien, el 44% de los judíos en el país oculta su identidad judía en público y el 80% considera que la Policía y el sistema judicial no trabaja adecuadamente para cuidarlos.

De acuerdo con el reporte, el 61% de los judíos franceses han sido víctimas de por lo menos un acto antisemita por considerarlos "responsables o culpables de las políticas del Gobierno israelí”.

El informe agrega que una cuarta parte de los judíos franceses han sido víctimas de un incidente antisemita desde el 7 de Octubre, y el 73% de ellos han sufrido amenazas y acoso en las redes sociales.

El reporte sostiene además que el 66% de la población musulmana que vive en Francia es antisemita. Y agrega que más del 50% de todos los jóvenes musulmanes piensa que los judíos controlan los medios de comunicación y la política.

De acuerdo con un informe del Ministerio de la Diáspora y Combate al Antisemitismo de Israel, publicado en enero del corriente año, en Francia se produjo un aumento del 430% en las solicitudes para emigrar al Estado judío tras la masacre del 7 de Octubre debido al aumento de los hechos antisemitas en el país. Algunos de estos incidentes incluyen el apuñalamiento de una mujer judía, ataques de niños en las calles, la quema de puertas de hogares judíos y las pintadas de estrellas de David en el frente de las casas donde viven miembros de esta comunidad en París y sus suburbios.

El reporte añade que una gran parte de las agresiones antisemitas son perpetradas por personas pertenecientes a la segunda y tercera generación de inmigrantes de países islámicos, que nacieron y se educaron en Francia. El antisemitismo también está muy influenciado por la polarización social en Francia entre la derecha y la izquierda, así como por la creciente cooperación entre islamistas radicales y elementos de extrema izquierda.

Le Pen parece ser la única alternativa para la comunidad judía

Agrupación Nacional tiene un pasado nefasto. No obstante, Marine Le Pen parece que no se ha dejado contagiar por el odio de su padre y ha expresado su apoyo a la comunidad judía y a Israel en reiteradas ocasiones y a lo largo de los años. Sin embargo, la líder derechista debe estar atenta para mantener a raya a cualquier extremista que intente asomar la cabeza en su partido.

La comunidad judía seguramente se ha hartado de la tibieza de Macron y del antisemitismo de la izquierda, por lo que todo parece indicar que siente la necesidad de inclinarse por la única opción que, como dijo el ministro israelí, no sólo habla, sino que también actúa para mejorar la vida de los judíos en Francia.

El islamismo en Francia es una amenaza clara, no solo para la comunidad judía, sino para todos los franceses que quieren vivir en libertad; más aún cuando los musulmanes radicales se unen a los izquierdistas en una alianza bizarra para intentar imponer sus agendas tan liberticidas como opuestas entre sí.

El apoyo a Le Pen por parte de muchos judíos demuestra el hartazgo de una comunidad que ha estado viviendo con temor durante demasiados años, y este temor no pueden solucionarlo un tibio como Macron o una alianza de liberticidas antisemitas compuesta por izquierdistas e islamistas.

"La explosión de los actos antisemitas, un 300% más que en los tres primeros meses de 2023, debe alertar a todos los franceses: la estigmatización de los judíos desde hace meses por la extrema izquierda a través de la instrumentalización del conflicto israelí-palestino es una amenaza real para paz civil", expresó Le Pen tras la violación sufrida por la adolescente judía en París. Y agregó que "todo el mundo debería ser plenamente consciente de esto el 30 de junio y el 7 de julio", en referencia a las próximas elecciones legislativas en Francia. Y parece que los judíos recibieron el mensaje.

La dura polarización en Francia ha sido provocada por una serie de gobiernos que aparentemente no quisieron controlar una inmigración intolerante y radicalizada por motivos políticos cortoplacistas. Ahora ya es tarde para lamentarse. Los judíos del país y los franceses en general necesitan una solución, o por lo menos un aire nuevo. La campaña del miedo contra Le Pen no está funcionando porque la realidad conocida es mucho peor que la incertidumbre que puede producir Agrupación Nacional en el poder.

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