Elon Musk desafía al presidente de la Corte Suprema de Brasil en una cruzada por la libertad de expresión
El periodista Michael Shellenberger apuntó también contra Lula da Silva por violar tanto la Constitución local como la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Brasil se encuentra viviendo un momento de extrema tensión política, la cual explotó recientemente en las redes sociales y tuvo a Elon Musk como protagonista. Según el periodista Michael Shellenberger, se utilizó el aparato estatal y la Justicia para silenciar voces disidentes, imponer restricciones inconstitucionales a los usuarios de X y espiarlo ilegalmente.
Todos los cañones apuntan contra Lula da Silva (presidente de Brasil) y Alexandre de Moraes (presidente de la Corte Suprema) señalados por Shellenberger por supuestamente cometer "una violación escandalosa de la Constitución de Brasil y de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas".
La versión brasileña de los Twitter Files
De acuerdo con las revelaciones del periodista, en lo que se bautizó como los ´Twitter Files de Brasil', la Justicia y demás organismos gubernamentales coaccionaron a los empleados de X entre 2020 y las elecciones presidenciales del 2022.
En concreto, el hilo mostró cómo la Justicia y el aparato estatal impusieron restricciones inconstitucionales contra los usuarios brasileños, concretamente contra aquellos que favorecían al expresidente Bolsonaro y que usaban una retórica del estilo, espiándolos ilegalmente a través de órdenes emitidas por jueces afines a la causa.
De acuerdo con el mencionado periodista, Moraes violó la Constitución de Brasil al exigirle a la empresa, que ese entonces era Twitter, que revelara información privada de ciertos usuarios de la red social que utilizaban hashtags considerados "inapropiados" por el magistrado. A su vez, Moraes " censuró, por iniciativa propia y sin ningún respeto al debido proceso, publicaciones en Twitter de parlamentarios del Congreso brasileño".
"En este momento, Brasil aún no es una dictadura. Todavía hay elecciones y el pueblo brasileño tiene otros medios a su disposición para enfrentar el autoritarismo. Pero el Tribunal Supremo Federal y el Tribunal Superior Electoral interfieren directamente en esas elecciones mediante la censura. (...) Y Moraes intentó convertir las políticas de moderación de contenidos de Twitter en un arma contra los partidarios del entonces presidente Jair Bolsonaro", escribió Shellenberger en X, en una publicación que superó rápidamente las 15 millones de reproducciones.
Ante la negativa de Twitter a ceder ante las demandas del presidente de la Corte Suprema, el Gobierno de Lula intentó demandar al principal abogado de la red social.
Los 'Twitter Files de Brasil' también salpicaron a otras empresas grandes, como Google, Facebook, Uber, WhatsApp e Instagram, cuyos directivos habrían cedido ante la avanzada de Moraes.
"De comprobarse tales pruebas, los ejecutivos de estas empresas se comportaron como cobardes: proporcionaron al gobierno brasileño datos personales de registro y números de teléfono sin orden judicial y, por tanto, violando la ley", añadió Shellenberger.
Según informó el medio local Revista Oeste, las acciones de Moraes violaría al menos cuatro artículos de la Ley de Abuso de Autoridad (Ley 13.869/2019),
Elon Musk: "(Moraes) debería dimitir o ser acusado"
El caso alcanzó también al dueño de X, quien se plantó frente a las autoridades brasileñas. "A las 5:52 pm hora del Este, hoy, 6 de abril de 2024, la corporación X, antes conocida como Twitter, anunció que un tribunal brasileño la había obligado a 'bloquear ciertas cuentas populares en Brasil', expresó Shellenberger.
Apenas horas después, el propio Musk se expresó sobre el caso. "Próximamente, X publicará todo lo exigido por Alexandre Moraes y cómo esas solicitudes violan la ley brasileña. Este juez ha traicionado descarada y repetidamente la constitución y al pueblo de Brasil. Debería dimitir o ser acusado. Vergüenza, Alexandre, vergüenza", escribió el magnate. Por lo tanto, se espera que la novela entre X y las autoridades de Brasil esté muy lejos de terminar.