LIBERTAD: lleno absoluto en el regreso de las corridas de toros a Ciudad de México

Lleno absoluto en la Monumental de México para el regreso de las corridas a la capital mexicana. Este domingo se celebró por primera vez en dos años un festejo taurino en la plaza de toros más grande del mundo, mientras la batalla legal entre la libertad y el lobby animalista sigue amenazando la existencia de la Fiesta Brava en Ciudad de México.

Cerca de 42.000 aficionados a la tauromaquia se congregaron en la plaza de toros para ver las faenas de Joselito Adame, Diego Silveti y Roca Rey con toros de Tequisquiapan. Muchos más que aquellos que se reunieron en los alrededores de la Monumental de México para protestar por la celebración de estos festejos, bien cultural mexicano reconocido en muchos de los estados federales.

Bloqueo judicial

El retorno de las corridas a la Ciudad de México llega por orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La Justicia puso fin a la suspensión que un juzgado menor impuso a los festejos por la denuncia de un grupo animalista. Dicha suspensión llegó en junio de 2022 y estaba prevista mantenerse durante todo el juicio que inicio el grupo Justicia Justa.

Con esta situación como contexto, el lleno en la Monumental fue todo una respuesta de los aficionados mexicanos en contra de las posiciones abolicionistas impuestas por corrientes progresistas en el país. Por esto, el albero de la plaza lució el domingo con la palabra "Libertad" escrita como proclama.

Alboroto fuera de la plaza

Mientras los dos toreros mexicanos y el peruano faenaban en el interior de la Monumental, los agentes de Policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana lidiaban con los manifestantes en la Ciudad de los Deportes. Se reportaron algunos enfrentamientos con los cerca de 200 animalistas que lanzaron piedras, botellas y huevos. Estos activistas intentaron ingresar en el coso derribando una de las verjas de entrada, tras la cual los agentes de Policía tuvieron que tomar posición.

La corrida de este domingo acabó sin grandes ovaciones para los tres diestros. Según reportan los medios especializados, Joselito Adame estuvo a poco de llevarse una oreja pero falló a la hora de dar muerte a los morlacos de Tequisquiapan, a los que les faltaba brío y gracia. Acabó con silencios y palmas. Diego Silveti tuvo más suerte al matar, pero descartó el volapié y mató recibiendo, de pies juntillas y aprovechando la embestida de los morlacos.

Finalmente, el peruano Roca Rey dio lo peor de la tarde pese a la fecha tan señalada. En la primera ocasión fue a matar demasiado pronto y acabó pinchando en la espalda. Después de tres avisos, Roca Rey salió de la plaza entre abucheos de la afición y dejó un toro vivo.