Opositores a Putin y Lukashenko ganan el Premio Nobel de la Paz 2022
Por segundo año consecutivo, la lucha contra el autoritarismo de los gobiernos ruso y bielorruso recibe el prestigioso galardón.
Ales Bialiatski (Cordon Press)
El activista político bielorruso Ales Bialiatski, la organización rusa Memorial y el Centro Ucraniano para las Libertades Civiles ganaron el Premio Nobel de la Paz 2022, concedido este viernes en Oslo (Noruega). En medio de la invasión rusa a Ucrania, defensores de los derechos humanos de los tres países del este de Europa fueron nominados antes del comienzo del conflicto y recibieron el prestigioso galardón.
El jurado del Premio Nobel valoró el esfuerzo de los galardonados por su defensa de los derechos humanos, según explicó la presidenta del comité, Berit Reiss-Andersen:
No es un "regalo de cumpleaños"
Reiss-Andersen señaló que esta entrega no es ningún mensaje de felicitaciones por su 70 cumpleaños al presidente ruso Vladímir Putin ni por ningún otro motivo. Pese a ello, aclaró que tanto el gobierno ruso como el bielorruso son "autoritarios":
Por segundo año consecutivo, una persona u organización contraria a Vladímir Putin gana el Premio Nobel de la Paz. En 2021, el periodista Dimitri Muratov (junto con la periodista filipina Maria Ressa) obtuvieron el galardón por luchar por la libertad de expresión tanto en Rusia como en Filipinas.
Encarcelado por el gobierno bielorruso
Ales Bialiatski es el cuarto ganador del Premio Nobel de la Paz mientras está encarcelado, según indicó el movimiento Viasna, del cual es el fundador. El gobierno bielorruso detuvo al activista en 2020 durante las protestas por la reelección del presidente Alexander Lukashenko. Desde entonces, continúa en prisión sin haber sido juzgado.
Por otra parte, activistas de la Unión Soviética contrarios a Putin crearon el grupo Memorial, que lucha porque las víctimas del antiguo régimen ruso no sean olvidadas. Dos meses antes de que Vladímir Putin invadiese Ucrania, el Tribunal Supremo de Rusia sentenció a Memorial y ordenó su cierre.
El Centro Ucraniano para las Libertades Civiles se centró siempre en luchar por el mantenimiento de la democracia y de los derechos humanos en el país. Desde que comenzó la invasión rusa, se encargaron de documentar e identificar los crímenes de guerra perpetrados por los rusos en Ucrania.
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