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Llegó la horrible noche a Colombia

La izquierda hará lo que sea para mantenerse en el poder para siempre, instaurando un régimen de terror.

El exterrorista Gustavo Petro, en su toma de posesión como presidente de Colombia / Cordon Press.

No solo el maquiavélico Plan Pistola le importa un comino a la mayoría de los colombianos, es que todo nos importa un comino. Han llorado más el deceso del cantante popular Darío Gómez que el asesinato de decenas de policías por parte, principalmente, del Clan del Golfo, pero también del ELN y las FARC. Según la Policía, 62 miembros de la institución han sido asesinados desde que comenzó el 2022, 36 de ellos en actos del servicio. Y el año pasado fueron más de 80, pero eran solo policías, nada que valga la pena.

Además, su sangre sirve para abonar el plan de “paz total” del Gobierno de Petro. Los violentos se presentan poderosos para sacarle el máximo beneficio al Pacto de La Picota, como penas bajas y promesa de no extradición, pero no mucho más porque la impunidad y las curules son solo para las guerrillas. No en vano, el nuevo comisionado de Paz, Danilo Rueda, es un comunista fanático, admirador del sátrapa Fidel Castro y defensor del «derecho a la rebelión armada».

También nos importa un comino lo que haga o deje de hacer el Congreso, ahora absolutamente petrista, aunque parece que resultó siendo más de lo mismo y el cambio no se ve. El nuevo intento de reducir el salario de los congresistas quedó en lo mismo, pues la coalición petrista decidió que solo sería a partir del 2026. Y hay que ver los argumentos con los que trataron de justificar su incumplimiento. Pero el que peca y reza, empata. Así que la ratificación del tratado de Escazú va viento en popa. Nunca más podremos construir un túnel o una hidroeléctrica porque cualquier ambientalista de medio pelo podrá detener la obra desde cualquier parte del mundo.

Ya están preparando una ley para convertir a las FARC en guardias campesinas. Convertida la Policía, a su vez, en un ente político y desmantelado el Ejército, quedaremos a merced de un régimen de terror.

Por fortuna, nuestros millones de niños podrán, en un futuro, entender que la dictadura de izquierda fue un mal necesario para evitar que las fuerzas de derecha siguieran asesinando a los colombianos. Esto gracias al ministro designado de Educación, Alejandro Gaviria, quien va a adoctrinar a los niños con el sesgado informe del padre de Roux en los colegios. Esa mentira de 800 páginas de la que llaman Comisión de la Verdad. Como estaba previsto, crecerán los niños con la certeza de que la violencia fue culpa del Estado y las guerrillas nos redimieron de tanta barbarie. En los nuevos billetes estarán Tirofijo, el Mono Jojoy y Raúl Reyes. También en las tapas de las cartillas escolares. Y nos importa un comino.

Y esta payasada de la posesión de Petro nos va a costar 3.571 millones de pesos, como si no hubiera prometido que su Gobierno era el cambio y que no iba a incurrir en las mismas fallas de todos los Gobiernos. No, esto es más de lo mismo, pero peor. Cómo será que la comisión de empalme pide liberar a los terroristas de la Primera Línea que están detenidos hasta por cometer asesinatos en el paro criminal. Dicen que será una prioridad en los primeros cien días. Es decir, pisotearán la ley como sea para dar «perdón social» a todos los que hayan ayudado a la izquierda a tomarse el poder.

Una toma que no será por cuatro años sino para siempre, por lo que ya están preparando una ley para convertir a las FARC en guardias campesinas. Convertida la Policía, a su vez, en un ente político y desmantelado el Ejército, quedaremos a merced de un régimen de terror. Y esa película, en simultánea nacional, se ha estrenado este domingo.

saulhernandez.co

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