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Met Gala 2025: recaudación récord, el debut de Kamala Harris, la ausencia de LeBron, el embarazo de Rihanna y más

La exvicepresidente demócrata reapareció en un evento público en medio de rumores sobre la publicación de un libro y una posible candidatura a la Gobernación de California o incluso a la Presidencia.

Rihanna durante la Met Gala 2025

Rihanna durante la Met Gala 2025AFP

Virginia Martínez
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La noche más importante de la moda volvió a marcar un hito. Con una recaudación histórica de $31 millones, la Met Gala 2025 no solo reafirmó su lugar como el evento benéfico más relevante del circuito cultural de Nueva York, sino que también ofreció una pasarela donde convergieron la política y la moda.

El tema de este año, “Superfine: Tailoring Black Style”, homenajeó al ‘dandyismo negro’, una corriente que mezcla moda, historia y orgullo dentro de la comunidad negra. Por primera vez, el Museo Metropolitano de Arte dedicó toda su exposición del Instituto del Vestido exclusivamente a diseñadores negros, con un enfoque particular en la moda masculina. La muestra trazó 300 años de historia y consolidó una narrativa visual que fue tanto una celebración como una reivindicación, según los organizadores.

Un espectáculo con acento político y cultural

Entre las presencias más notables de la noche destacó la exvicepresidenta Kamala Harris, quien hizo su debut en la Met Gala con un vestido de seda blanco y negro diseñado por Off-White, apenas un día después de ser vista con su esposo en el exclusivo Polo Bar de Nueva York. Su aparición en un evento de esta magnitud, tras la derrota frente a Donald Trump en 2024, alimentó rumores sobre un posible regreso político, una eventual candidatura a la Gobernación de California o incluso a la Presidencia. También circulan versiones sobre la próxima publicación de un libro.

En contraste, LeBron James, uno de los coanfitriones anunciados, no asistió al evento tras la reciente eliminación de los Lakers de los playoffs a manos de los Minnesota Timberwolves, acusando una reciente lesión. La estrella de la NBA, que recientemente dejó en vilo su futuro como profesional, fue nombrado presidente honorario del evento.

La gala fue conducida por A$AP Rocky, Pharrell Williams, Colman Domingo y Lewis Hamilton, todos íconos negros con fuerte presencia en la cultura contemporánea y el deporte. Una de las grandes noticias de la noche la dio Rihanna, quien anunció su tercer embarazo con una entrada en la alfombra roja que incluyó un look diseñado para mostrar su panza. Poco después, A$AP Rocky confirmó la noticia ante los medios.

Lujo y extravagancia, como de costumbre

Zendaya, una de las destacadas de la noche, lució en la Met Gala un traje blanco de Louis Vuitton inspirado en el clásico zoot suit, diseñado por Pharrell Williams. Completó el look con sombrero a tono y su anillo de compromiso de Tom Holland.

Sydney Sweeney, estrella de Hollywood en pleno ascenso, fue por lo seguro con un vestido negro con escote profundo y maquillaje dramático.

La cantante y actriz Miley Cyrus eligió cuero, falda larga y un collar dorado de Cartier que remataba el look.

Diana Ross, fiel a su estilo, se presentó con una cola de plumas blancas. Serena y Venus Williams coordinaron en verde, con guiños a sus raíces tenísticas. Lupita Nyong’o apostó por un traje celeste con capa y sombrero. Anne Hathaway combinó camisa blanca con falda de lentejuelas, y Pamela Anderson sorprendió con rostro al natural y un vestido plateado.

Kim Kardashian eligió un vestido negro de cuero con un sombrero puntiagudo; Kylie Jenner fue con transparencias; Shakira se inclinó por un vestido rosa chicle; y Cynthia Erivo mezcló lentejuelas rojas, botas altas y una capa exagerada. Alicia Keys cerró el desfile con un conjunto rayado, tocado brillante y actitud neoyorquina.

Cifras récords

Con entradas individuales de 75.000 dólares y mesas de hasta 350.000, el evento logró cifras récord que se destinarán íntegramente al funcionamiento del Costume Institute, el único departamento del Met que debe autofinanciarse. A pesar de los altos costos de producción, el evento sigue siendo uno de los más rentables del calendario cultural neoyorquino.

Bajo la dirección implacable de Anna Wintour, editora de Vogue y cerebro detrás del evento desde 1995, la gala reafirmó su reputación como el Super Bowl de la moda. Y este año, con un enfoque cultural más definido y una asistencia estelar, dejó claro que sigue siendo mucho más que una simple alfombra roja.

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