La película de Denis Villeneuve, protagonizada por Timothée Chalamet y Zendaya, aterriza en la gran pantalla el próximo viernes, 1 de marzo.

El 2023 será recordado en el terreno cinematográfico por el éxito sin precedentes de Barbie y Oppenheimer. Un fenómeno que se vio impulsado cuando, debido a la huelga, la otra gran película esperada del año se pospuso hasta el vienes, 1 de marzo: Dune: parte 2.

La continuación del éxito de 2021 ya está a punto de llegar a la gran pantalla y llega con un objetivo, el de desmentir una frase muy habitual en las sagas cinematográficas: "Las segundas partes nunca fueron buenas". Y, con Dune: parte 2, el tópico se desmiente.

La película protagonizada por Timothée Chalamet y Zendaya resulta mucho más entretenida que su primera parte debido a que ya no hay tanta presentación de Arrakis y a que, y esto quizás es un error aunque ayuda a que avance la trama, no se ve tanto componente político.

La moralidad de Paul Atreides, a prueba en 'Dune: parte 2'

Los que ven un desarrollo sin precedentes son los personajes principales. Si la primera película de Denis Villeneuve nos presentaba a un Paul Atreides inexperto y tratando de comprender la situación que está viviendo, en Dune: parte 2 el personaje al que da vida Timothée Chalamet ha madurado, aunque sigue negando la realidad de quién es. Una lucha que vemos de primera mano durante toda esta película y que es, realmente, lo que motiva toda la trama.

Timothée Chalamet es Paul Atreides en 'Dune: parte 2'.
(Cordon Press)

Sin embargo, cojea un poco quizás su versión más oscura. Una que, en el libro, destaca mucho y que aquí pierde fuerza quizás porque incluso durante esas partes oscuras se vislumbra cómo el personaje intenta seguir siendo moralmente bueno.

El componente político-religioso, fundamental en 'Dune: parte 2'

Choni, interpretada por Zendaya, también evoluciona y, en este caso, esta segunda entrega nos permite conocer a un personaje que demuestra ser una mujer fuerte, con ideas propias y, lo más importante en Arrakis, independiente. No necesita de nadie y a pesar de estar orgullosa de su cultura y de su gente, no dudará en señalar aquellas cosas que, a su parecer, podría mejorar su comunidad. Y una de ellas, y quizás la más relevante, es la famosa profecía que involucra a Paul, en la que ella no acaba de creer.

Zendaya interpreta a Choni en 'Dune: parte 2'
(Cordon Press)

La parte contraria a esta falta de creencia la encontramos en los personajes de Jessica Atreides y Stilgar, interpretados respectivamente por Rebecca Ferguson y el español Javier Bardem. Ellos creerán fervientemente en la profecía de Paul Atreides y veremos como, de esta forma, lo que parecía ser un entramado político poco a poco también esconde un importante componente religioso.

A la izquierda Rebecca Ferguson; a la derecha, Javier Bardem interpretando a Jessica Atreides y Stilgar en 'Dune: parte 2'
(Cordon Press)

Y es que la religión y el si se cree o no en la profecía de Paul es lo que envuelve prácticamente toda la trama afectando incluso a los villanos, interpretados por unos brillantes Austin Butler, Florence Pugh y Dave Bautista. Al final, todas sus acciones también se encaminan a terminar con el peligro que supone Paul ya no sólo a nivel guerrero, sino especialmente como alguien que es capaz de atraer a las masas y lograr que luchen en su bando.

Austin Butler interpreta a Feyd-Rautha Harkonnen en 'Dune: parte 2'
(Cordon Press)

"La mejor película de ciencia ficción"

Todo esto queda brillantemente envuelto en una película que podría ser el mejor proyecto de Denis Villeneuve. El director, consciente de la importancia del libro de Frank Herbert, destina gran parte de su presupuesto en una ambientación y escenografías que hacen que el planeta de Arrakis, al igual que sucedió en la primera película, brille con luz propia.

La ambientación y las criaturas de Arrakis, uno de los puntos fuertes de 'Dune: parte 2'
(Cordon Press)

Lo mismo sucede con la música. De esta forma, el cineasta vuelve a contar con Hans Zimmer que, de nuevo, es capaz de dar su toque y lograr que sus melodías acompañen perfectamente a las múltiples líneas argumentales, llegando a ser capaz de que combinen con un idioma completamente inventado para la película pero que tampoco sorprende debido a las decisiones artísticas de Villeneuve y donde, quizás, la única pega realmente importante reside en la duración, que llega a las cerca de tres horas.

Un tiempo que, visto en retrospectiva, puede ser el necesario para que la película cuente la historia correctamente pero que, para muchos espectadores, puede ser excesiva.


Decisiones que colaboran a que se cree una película de ciencia ficción con un tono serio, alejada de los blockbusters más recientes, y que demuestra, al igual que aseguran muchos críticos que Dune: parte 2 es la "mejor película de ciencia ficción" de la historia, al nivel de otras grandes sagas como El señor de los anillos: las dos torres o, incluso, La guerra de las galaxias: el Imperio contraataca.

Entre tantas palabras elogiosas destacan las de Brian Herbert, hijo del autor de la saga original. "Es gratificante ver la historia de mi padre contada con tanto cuidado", escribió el también reconocido escritor: "Cuando la nueva película se combina con Dune: parte 1 es, con diferencia, la mejor interpretación cinematográfica que se haya hecho jamás de DUNE, la novela clásica de Frank Herbert".