Una jueza federal bloquea indefinidamente la prohibición de Trump sobre personas transgénero en el ejército

Una jueza federal bloqueó de manera indefinida este martes la implementación de una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que buscaba prohibir a las personas transgénero servir en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. 

La decisión, emitida por la jueza federal de distrito Ana Reyes, designada por el expresidente Joe Biden, representa un revés para la Administración Republicana.

La orden de Trump, titulada "Priorizar la excelencia y la preparación militar" y firmada el 27 de enero, argumentaba que las personas transgénero no cumplen con los "rigurosos estándares necesarios" para el servicio militar, afirmando que su presencia amenaza la "letalidad" de las Fuerzas Armadas y la cohesión de las unidades. 

Sin embargo, la jueza Reyes prohibió al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y a otros oficiales militares implementar esta directiva o desarrollar nuevas políticas para hacerla efectiva. Además, ordenó que la situación militar de los demandantes permanezca sin cambios hasta que se emita una nueva resolución judicial.

En su fallo, Reyes destacó que su intención era "mantener el statu quo" de las políticas previas sobre el servicio de personas transgénero en el ejército, las cuales permitían su participación antes de la orden de Trump.

La suspensión de la medida se extendió hasta el viernes para dar tiempo al gobierno a presentar una apelación. "La Corte sabe que esta opinión provocará un intenso debate público y apelaciones", escribió Reyes, añadiendo que ambos resultados son positivos en una democracia saludable.

Origen del caso 

La decisión de la jueza surge tras una demanda presentada por seis militares en actividad y dos personas que buscaban alistarse, quienes argumentaron que la orden violaba sus derechos constitucionales. Esta no es la única acción legal en curso: dos demandas adicionales, incluyendo una en Washington y otra en Nueva Jersey, también desafían la decisión de la Administración Trump.

Durante las audiencias, Reyes cuestionó duramente los fundamentos de la orden y la política del Departamento de Defensa, que debía entrar en vigor el 26 de marzo.

Un memorando del Pentágono del 26 de febrero establecía que las personas con disforia de género, o síntomas relacionados, no eran aptas para el servicio, y reconocía únicamente dos sexos, masculino y femenino, señalando que los militares debían servir conforme a su sexo asignado al nacer. 

Pero Reyes criticó esta definición, señalando que los "síntomas de disforia de género" podrían abarcar desde el “travestismo” hasta condiciones como la “depresión”, comunes entre militares no transgénero.

En esa misma línea, la magistrado dijo "¿Cómo puedo decir que una política es limitada, cuando en sus propios términos podría incluir a casi cualquier persona transgénero?", preguntó Reyes a los abogados del Departamento de Justicia el 13 de marzo. 

Por su parte, los representantes del gobierno, como Jason Manion, defendieron la política argumentando que los jueces deben deferir a las decisiones militares actuales, sin reevaluar las pruebas subyacentes. Sin embargo, Reyes acusó al Departamento de Defensa de tergiversar estudios para justificar la prohibición, clasificándolos de "total y groseramente" manipulados por Hegseth.

Además, en una audiencia anterior, la jueza desafió al abogado Jason Lynch con un escenario hipotético, sugiriendo que prohibiría a los graduados de su alma mater, la Universidad de Virginia, presentarse ante ella por "mentirosos" y "carentes de integridad", términos que reflejaban el lenguaje de la orden de Trump. Tras este intercambio, el Departamento de Justicia presentó una denuncia contra Reyes por conducta indebida, acusándola de intentar "avergonzar" a Lynch con su hipotético caso.